Hoy en día, si un negocio no aparece en los primeros resultados de los principales motores de búsqueda, está condenado al fracaso. Así de cruel es la realidad, especialmente, cuando se trata de prosperar en un sector con demasiada competencia. Si estás empezando un proyecto o el que tienes entre manos no tiene demasiada visibilidad, no te preocupes: nunca es tarde para despegar. Y para eso está el SEO.
Todo el mundo empieza desde abajo y desde ahí sólo puedes subir. Al final, lo más complicado es mantenerse una vez que estás arriba, ya que deberás actualizar tu estrategia y estar al tanto de las tendencias del momento para poder lidiar con tus competidores.
Si se trata de posicionar un sitio web, siempre se puede recurrir al SEM (Search Engine Marketing), es decir, subir en los resultados por medio de anuncios de pago, pero requiere unos gastos que no todas las empresas pueden permitirse. Por eso, recomendamos apostar por una buena estrategia SEO (Search Engine Optimization), ya que a la larga sale mucho más rentable y potenciará tu marca de una manera más orgánica.
A continuación, te proporcionaremos algunas claves para poder llevar tu negocio a lo más alto de lo buscadores, aunque, como casi todo, no es sencillo: exigirá mucho esfuerzo y tiempo.
Primeras cuestiones
Antes de embarcarte en la búsqueda de palabras clave, hay que responder varias cuestiones. En primer lugar, hay que tener claro cuál va a ser el nicho de mercado de nuestro negocio. En la mayoría de los casos, será mucho más fácil darse a conocer si nos proponemos “vender” una idea fresca e innovadora que si intentamos hacernos hueco en un sector donde ya existe demasiada competencia.
Lo mejor es encontrar un término medio porque de nada sirve ser el mejor en algo si ese algo no despierta ningún interés. Y ahí es donde encaja la segunda pregunta: ¿cuál es nuestro público objetivo? Y es que, si podemos definir a grandes rasgos el perfil de nuestros clientes potenciales, ya podemos empezar a marcarnos las pautas que seguiremos para conseguir su atención y confianza. Esto nos servirá para construir, por ejemplo, nuestro discurso moldeándolo en función de las características de nuestra audiencia (edad, sexo, ubicación, gustos, etc.).
Por último, tenemos que fijarnos en nuestra principal competencia. Saber quiénes son y cómo actúan será fundamental no sólo para ofrecer algo mejor, sino también aprender de ellos y comprender cómo han llegado tan alto en la lista de resultados de los motores de búsqueda.
Palabras clave
Una vez resueltas estas preguntas, ya podemos empezar nuestro viaje. Lo primero será elegir el dominio de nuestro sitio web y realizar un estudio para dar con las palabras clave que más nos convengan.
Para ello, existen varias herramientas que podemos complementar. AnswerThePublic, por ejemplo, nos permitirá saber qué es lo que más busca la gente en relación con un determinado término. Google Trends, por su parte, nos mostrará cuáles son las tendencias del momento, lo que nos permitirá escribir contenido relacionado para destacar. Y si quieres algo un poco más completo, puedes recurrir a Semrush, que, además de palabras clave, te mostrará las métricas más relevantes de un sitio.
Debes tener en cuenta que optar por una palabra clave demasiado usada no siempre es beneficioso, ya que tendrás que enfrentarte a otras marcas que ya se han consolidado en su sector y, por lo tanto, estarás luchando contra un gigante imposible de vencer.
En su lugar, puedes optar por utilizar como palabras clave sinónimos o conceptos similares, que, aunque no sean tan buscados, te permitirán destacar más rápido. Las palabras clave long tail (formadas por cadenas de varias palabras) también son cruciales, ya que responden a consultas más específicas de los usuarios y, por lo tanto, acertar con ellas marcará la diferencia.
A colación de lo que comentábamos antes, también es recomendable analizar cuáles son las palabras clave que utilizan tus competidores para actuar en consecuencia. Como resultado, tendrás dos opciones: utilizar las mismas, si ves que pueden funcionar, o elegir otras que te permitan diferenciarte y llenar sus vacíos.
Linkbuilding
Los enlaces tanto internos como externos también tendrán bastante peso en cuanto al posicionamiento de nuestro sitio en los buscadores. Por ejemplo, Google posiciona mejor una página si está ha sido enlazada desde otros sitios a través backlinks; aunque, la plataforma siempre da más prioridad a la calidad que a la cantidad. Así que de nada sirve que muchas páginas mencionen la nuestra, si son de una calidad mediocre.
De hecho, tras la llegada de Penguin al algoritmo, el buscador penaliza el spam, por lo que es inútil intentar ascender por medio de tácticas fraudulentas, como generar enlaces en sitios sin apenas contenido o creados expresamente para darnos publicidad. Por ello, esta misma suele ser una estrategia empleada en el Black SEO para hundir a los rivales. Así que, en definitiva, contar con muchos links externos que lleven a nuestra página es importante, pero debemos cerciorarnos de que esos sitios tienen la suficiente calidad para no perjudicarnos.
También debemos tener en cuenta que Google tiene en mejor consideración a los enlaces antiguos que a los nuevos. Y es que, para los de Mountain View, cuanto más tiempo tenga un enlace más garantías tiene de ser una fuente fiable, aunque, por supuesto, siempre hay excepciones. En resumen, el SEO lleva su tiempo y la gran G recompensa a los más pacientes.
Velocidad de carga de la página
La velocidad de carga de nuestro sitio también repercutirá en nuestro posicionamiento. Y, aunque no lo haga tanto como otros elementos, será algo fundamental en la experiencia del usuario. No sirve de nada ser el primero en los resultados, si la página es excesivamente lenta -algo que dudo que pase-, ya que los usuarios no aguantarán y decidirán buscar otra que funcione mejor.
Nos interesa que la tasa de permanencia de los usuarios en nuestro sitio sea elevada y nuestro objetivo es optimizarlo al máximo para que navegar por él no se convierta en una experiencia frustrante y tediosa. Por ello, debemos prestar atención al peso de la página y, sobre todo de los contenidos que vayamos subiendo periódicamente. Cuanto mayor sea la página, más cuidado debemos tener en este aspecto.
Es aconsejable utilizar herramientas como Squoosh para reducir el tamaño de las imágenes, ya que este tendrá un impacto directo en la velocidad de carga del sitio. Y si no es suficiente, podemos eliminar el contenido que se vaya quedando obsoleto.
Contenido de calidad
Como estamos viendo, en el SEO no hay una vía rápida para llegar a lo más alto. No hay trampa ni cartón. Para estar bien posicionados, tendremos que cuidar todos los detalles de nuestro sitio y su contenido no iba a ser menos. Y es que, desde que Panda llegó al algoritmo de Google, la calidad del contenido se ha convertido en un elemento demasiado significativo para no tenerlo en cuenta.
Hoy en día, es extraño que cualquier negocio (aunque sea pequeño) no cuente con su blog. Esta sección sirve para mostrar los valores de la marca, pero no debe ser publicidad descarada. Tiene que ofrecer contenido interesante sobre el sector de la compañía para atraer a los usuarios, hacer que permanezcan en la página durante más tiempo y, por ende, conseguir que se conviertan en clientes potenciales.
Por todo esto, tenemos que estar atentos constantemente a las tendencias del momento para poder generar contenido atractivo para los usuarios. Además, debemos evitar otros elementos que el buscador penaliza, como el contenido duplicado y los enlaces rotos u otros aspectos que pueden perjudicarnos como los títulos demasiado largos o la falta de encabezados (<H1>,<H2>,<H3>, etc.).
Top Position puede llevar tu negocio a la cima del buscador
Hace un mes, ofrecimos algunas claves para saber elegir correctamente una agencia de marketing online. Creemos que Top Position cumple con creces todos los puntos para convertirse en una apuesta segura para su negocio. Como no podía ser de otra manera, el posicionamiento SEO también es uno de los aspectos en los que la compañía está especializada.
Se trata de una agencia de marketing digital en Madrid que lleva más de diez años desenvolviéndose en este ámbito con muy buenos resultados. Están permanentemente actualizados tanto en las tendencias del momento como en el uso de las mejores herramientas para catapultar su sitio web hasta la cima. Para ello, cuentan con un modus operandi que consta de cinco fases:
Estrategia SEO
Antes de empezar, como comentamos, es necesario responder a varias preguntas (¿cuál es nuestro objetivo?, ¿cuál es nuestro público objetivo y nuestra competencia?…) que serán cruciales para marcar el camino a seguir. Una vez que eso esté claro, la agencia comenzará a realizar su estudio de palabras clave para encontrar las que más se ajusten y beneficien a su negocio.
Auditoría SEO
Consiste en un análisis exhaustivo para mejorar la visibilidad del negocio del cliente en Internet. Consta de dos tipos. Por un lado, la auditoría SEO del sitio web, que tendrá en cuenta todos los factores del mismo, como su autoridad, alojamiento, estructura, velocidad de carga, enlaces internos y externos y otras métricas relevantes. Por otro, está la auditoría SEO de palabras clave, más centrada en el estudio de estas y en cuáles son las mejores para aparecer en las primeras posiciones del buscador.
Optimización SEO
Una vez completados los dos pasos anteriores, llega el momento de pulir esos aspectos donde la página puede mejorar. Un proceso bastante común, por ejemplo, es optimizar, además del contenido, las etiquetas del código HTML del sitio, como las de título, descripción, palabras clave, Alt, etc.
Enlaces – Linkbuilding
El siguiente paso consiste en optimizar todos los enlaces internos y asegurarse de que funcionen correctamente, pero también desarrollar una estrategia de linkbuilding que permita obtener enlaces externos.
Analítica SEO
Por último, nos encontramos con una fase de análisis de métricas y de resultados. Por ello, no se trata de un proceso posterior a los cuatro anteriores, sino de uno que debe realizarse constantemente para saber si la estrategia está dando sus frutos y, en caso contrario, detectar aquellos aspectos que se puedan mejorar.
