El juicio en el que Google se encuentra inmerso, acusado -una vez más- de infringir las reglas antimonopolio, ha demostrado que el gigante tecnológico está pagando a otras compañías a cambio de tener más presencia en sus productos. Sin embargo, la marca que ha resultado más beneficiada por estos acuerdos ha sido Apple. Y es que se ha revelado que la gran G llegó a embolsar 18.000 millones de dólares a los de Cupertino por hacer que Google sea el buscador predeterminado en el navegador Safari y, por extensión, en todos sus dispositivos.
La compañía de Sundar Pichai ya tiene bastante experiencia en los tribunales, sobre todo -con el permiso de Meta- en materia de privacidad. El caso más reciente, lo tenemos en el litigio que acusaba a Google de rastrear a sus usuarios en el modo incógnito, una denuncia en la que los demandantes le exigían pagar una multa de 5.000 millones de dólares.
No obstante, el indiscutible dominio en el mercado de su motor de búsqueda también ha sido motivo de desconfianza. De hecho, aparte de las demandas en las que los de Mountain View se han visto sumidos al otro lado del charco, buena parte de ellas provienen de la Unión Europea por ejercer prácticas anticompetitivas. Y, probablemente, sus métodos serán cuestionados en muchas más ocasiones, sobre todo ahora con la Ley de Mercados Digitales a la vuelta de la esquina.
Su buscador por defecto a cambio de un módico precio
Desde hace unas semanas, se encuentra en un litigio precisamente por este motivo. Google ha sido acusado de nuevo de haberse convertido en una suerte de monopolio en el sector de las búsquedas online, ya que, supuestamente, sus competidores no tienen ninguna posibilidad contra él.
Las cifras hablan por sí solas. Según StatCounter, a día de hoy, su motor de búsquedas tiene una cuota de mercado de casi el 92%, lo que directamente deja a sus rivales en otra liga. Basta con ver la distancia que le separa de Bing, el segundo de lista con un porcentaje del 3%. Pese a la implementación de ChatGPT en el motor de búsqueda, Microsoft no ha logrado aumentar demasiado su número de usuarios.
Por supuesto, esto también tiene que ver con el uso del buscador en los dispositivos móviles, donde su uso también es generalizado. Ahora, se han descubierto nuevos datos relacionados con ello. Y es que, durante el procedimiento, se ha hecho público que, en 2021, Google pagó un total de 26.300 millones de dólares a varias compañías, como Samsung o Mozilla, para que su motor de búsqueda apareciera como la opción predeterminada en sus aplicaciones, navegadores y dispositivos.
Alphabet, matriz de Google, ha reportado unos 44.000 millones de dólares en el último trimestre y 165.000 millones de dólares en el último año en cuanto a su negocio de búsquedas, y 90.000 millones de dólares si hablamos solamente de publicidad. Así que, teniendo eso en cuenta, esos 26.300 millones de dólares que mencionamos antes suponen un porcentaje considerable de sus ingresos. Como explican en The Verge, dicha cifra equivaldría al 16% de sus beneficios económicos por búsquedas y al 29% de los obtenidos en publicidad.
Apple mordió la manzana de Google
No obstante, la compañía que ha resultado más beneficiada con estos acuerdos ha sido Apple, que cobró la friolera de 18.000 millones de dólares por añadir a Google como la opción por defecto en Safari, el navegador de todos sus dispositivos. Si bien ya sabíamos que Google ha sido la opción predeterminada del navegador durante los últimos veinte años, este pacto entre ambas compañías no se había hecho público hasta ahora.
No obstante, aunque la cantidad económica mencionada es bastante jugosa, a largo plazo este acuerdo entre ambos, podría no haberle salido demasiado rentable a los de Cupertino, puesto que le ha impedido desarrollar su propio motor de búsqueda.
Y es que, en realidad, Apple ya se planteó esto último, aunque eso supusiera la revocación de su acuerdo con los de Mountain View. Finalmente, no sucedió, pero, según John Giannandrea, ex ejecutivo de Google que ahora trabaja en la compañía de la manzana, se le hicieron cuatro propuestas a Tim Cook en este sentido: convertir a Siri en un producto de búsqueda más completo, colaborar con Microsoft en una plataforma basada en Knowledge Graph, convertir a Bing en su motor de búsqueda predeterminado o directamente comprarlo.
Con respecto a esto último, también hay algo que comentar. Google no fue el único que quiso recurrir a esta estrategia de pagar obtener más usuarios. Microsoft pretendió hacer lo mismo con Bing en Apple. La compañía de Satya Nadella les ofreció una suma muy tentadora para aumentar lo que calificó “el flujo de consultas”, pero, al final, la gran G resultó ser su mejor opción.
Imagen de Brett Jordan en Unsplash