Con motivo de su conferencia Google I/O 2023, los de Mountain View han presentado varias novedades en torno a Bard para llevar a su IA al siguiente nivel. Lo más importante es que ahora la herramienta utiliza PaLM 2, un modelo de lenguaje que promete estar mucho más capacitado que su predecesor LaMDA. Sin embargo, tanto en España como en el resto de la Unión Europea aún vamos a tener que esperar para poder probarlo.
Los recientes avances de Microsoft (junto a OpenAI) en la inteligencia artificial han hecho puesto en riesgo el dominio del que hasta ahora gozaba Google en este ámbito y también en el de las búsquedas. Y es que, a pesar de que muchos empleados de la compañía pensaban que Bard aún no estaba listo para salir a la luz, el gigante tecnológico hizo caso omiso de sus opiniones y decidió lanzarlo aunque no fuera perfecto.
Al fin y al cabo, Google ya sabía que su herramienta no era perfecta y así nos lo ha hecho saber constantemente con su insistencia en calificarla como un “producto experimental”. Y ahora, aprovechando su conferencia anual, ha querido presentar algunas de las novedades que implementarán en su modelo de inteligencia artificial.
Google lleva a Bard al siguiente nivel
En primer lugar, como ya hemos comentado, Bard ha dejado de estar impulsado por LaMDA, sino que ahora se basa en PaLM 2, “un modelo de lenguaje grande mucho más capaz”. Gracias a este modelo, la IA es mucho más eficientes en campos como los de las matemáticas, el razonamiento o la programación. Y, según la gran G, esta última vertiente es una en las que Bard más está mejorando; no obstante, habrá que ver si logra superar a GitHub Copilot o al propio ChatGPT de Microsoft.
Además de esta transición al nuevo modelo, Google ha anunciado nuevas características para Bard muy interesantes, que podrían hacer que la compañía vuelva a retomar el camino correcto. Hace unos meses, Microsoft integró ChatGPT en Edge y Bing, por lo que era de esperar que Google hiciera lo propio en su buscador, con el fin de recuperar su posición dominante en el sector de las búsquedas.
Y así pretende hacerlo a través de la llamada búsqueda con IA generativa. Gracias a ella, las consultas en Google también cambiarán para siempre, dejando en un segundo plano los clásicos enlaces para apostar por las respuestas generadas por la inteligencia artificial.
Imágenes, mejores fuentes, modo oscuro y otras mejoras
Otra nueva característica de la que aún carece ChatGPT, es que Bard nos permitirá acompañar texto con imágenes para obtener consejos personalizados. Así, por ejemplo, podemos incluir una fotografía de nuestros perros y pedirle a la IA que nos proponga un pie de foto. Esto es posible gracias a que ahora Bard es capaz de “interactuar” con Google Lens y detectar, entre otras cosas, de qué raza son los canes.
Por otro lado, Google ha tenido en cuenta las sugerencias de algunos desarrolladores en relación a algunos aspectos de la herramienta. Para empezar, han indicado que, desde esta misma semana, las citas de fuentes serán más precisas y los usuarios podrán hacer clic en una anotación para ver su procedencia.
En segundo lugar, han habilitado un modo oscuro para Bard, una opción que a día de hoy no falta en casi ninguna herramienta o plataforma. Por último, han incluido un botón de “exportar” para trasladar directamente el texto generado por Bard a Gmail o a otras aplicaciones, sin necesidad de hacer uso del portapapeles.
Asimismo, los de Mountain View también han anunciado la integración de Bard con Adobe Firefly en los próximos meses. Gracias a ello, los usuarios podrán crear imágenes a través de lenguaje natural, siguiendo el ejemplo de otras herramientas similares como Bing Image Creator, Dall-E 2 o Midjourney.
La estricta legislación europea hace que Bard se retrase en el viejo continente
Sin embargo, si hay una mala noticia en todo esto es que, de momento, los usuarios del viejo continente tendremos que esperar un tiempo para poder probar este modelo de IA. Y es que Google ha anunciado que pone fin a la lista de espera de Bard y, a partir de ahora, estará disponible en más de 180 países, entre los cuales no se encuentra ninguno perteneciente a la Unión Europea, incluyendo por supuesto a España.
¿Cuál es el motivo? Pues bien, básicamente, tiene que ver con las políticas de la UE con respecto a la inteligencia artificial, que son mucho más estrictas que en la mayoría del resto del mundo. De hecho, hace unas semanas, Italia decidió prohibir ChatGPT dentro de su territorio por entender que incumplía con lo dispuesto en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
Y puede que las cosas no acaben ahí. Podría ocurrir lo mismo en otros Estados miembros. Entre ellos España, donde, de momento, la AEPD ya ha iniciado una investigación para esclarecer si el chatbot realmente viola la normativa europea.
Así que, ante este panorama, es lógico que Google quiera cubrirse las espaldas, al menos hasta que los organismos europeos correspondientes tomen una decisión firme al respecto. Y no es para menos, ya que, hace tan sólo unos días, el Parlamento Europeo aprobó la AI Act, un texto que exige más transparencia para la inteligencia artificial.
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