Una encuesta realizada por Microsoft ha revelado que, en vez de temer por el reemplazo de la inteligencia artificial en sus puestos de trabajo, cada vez más empleados delegarían en ella algunas de sus tareas para reducir su carga. La deuda digital a la que tienen que enfrentarse los empleados parece ser demasiado elevada, lo que les quita tiempo para centrarse en lo que es realmente importante.
“A medida que la IA reconfigura el trabajo, la colaboración humano-IA será el próximo patrón de trabajo transformador, y la capacidad de trabajar iterativamente con IA será una habilidad clave para todos los empleados”, comentan en su informe.
Desde que surgieron las máquinas, los trabajadores se han preguntado si llegaría un momento en que se volverían prescindibles. Recientemente, algunos estudios (1 y 2) llegaron a la conclusión de que había algunos trabajos en los que los humanos tenían más posibilidades de ser sustituidos por la inteligencia artificial; sin embargo, no hay que alarmarse: si bien es verdad que algunos trabajos pueden correr el riesgo de desaparecer, siempre surgirán otros nuevos, especialmente en el sector tecnológico.
La deuda digital es el peor enemigo de la productividad
El informe de Microsoft, basado en las respuestas de 31.000 personas en 31 países, nos trae un poco de tranquilidad y esperanza en este sentido. Y es que, aunque una gran cantidad de encuestados (49%) tiene miedo de ser reemplazado por la IA en sus puestos de trabajos, el 70% le delegaría la mayor cantidad de tareas posibles para reducir su carga de trabajo, especialmente si tienen que ver con la deuda digital.
Básicamente, este concepto se refiere a las tareas que quedan pendientes y se van acumulando cada día por no haberlas hecho en un momento dado. Un ejemplo claro es la llamada deuda técnica a la que se enfrentan los programadores, que dedican gran parte de su tiempo a corregir errores de código obsoleto o mediocre, cuando deberían estar avanzando en otros proyectos. Sin embargo, la deuda digital también incluye otras tareas repetitivas como responder a los correos electrónicos, asistir a reuniones o buscar información.
Dos de cada tres encuestados (64%) afirman sentirse abrumados por estos motivos, ya que les quitan demasiado tiempo para dedicárselo a su trabajo real. Como consecuencia, según Microsoft, “es 3,5 veces más probable que esas personas también tengan dificultades con la innovación y el pensamiento estratégico”. Y todo parece indicar que es así: el 60% de los líderes dicen estar preocupados por la falta de innovación en sus equipos.
“Hay tantos minutos en el día, y cada minuto que dedicamos a gestionar esta deuda digital es un minuto que no dedicamos al trabajo creativo que conduce a la innovación. En un mundo donde la creatividad es la nueva productividad, la deuda digital es más que un inconveniente: está afectando a los negocios”, explican los de Redmond.
La IA, el compañero ideal de los trabajadores
El 68% de los empleados consideran que no tienen suficiente tiempo de concentración ininterrumpido durante su jornada laboral y las causas son diversas, pero todas tienen que ver con esa deuda digital que antes mencionábamos. El 62% dice estar dedicando demasiado tiempo a buscar información, el 57% a comunicarse, ya sea por chat, reuniones, por correo electrónico; el 43% creando documentos. Dos ejemplos claros los encontramos en los dos últimos, ya que el 25% de los encuestados gasta de media 8,8 horas en el correo electrónico y 7,5 en las reuniones.
Para los encuestados, tener reuniones ineficientes es lo que tiene un impacto más negativo en su productividad, seguido de la falta de objetivos claros, tener demasiadas reuniones, no sentirse inspirado o no encontrar fácilmente la información que necesitan para hacer su trabajo. En definitiva, estos factores sólo sirven para poner un palo en la rueda de los empleados y, por ende, en la de sus propias empresas.
Por eso, no es extraño que muchos quieran recurrir a la IA para aligerar su carga. Concretamente, el 76% usaría la IA para sus tareas administrativas, el 79% para trabajos analíticos, el 73% para trabajos creativos, el 86% para encontrar la información y las respuestas que necesitan, el 80% para resumir sus reuniones y el 77% para planificar su día. En cuanto a los empleados, la mayoría (31%) la emplearía para aumentar la productividad de sus empleados, en lugar de hacerlo para reducir su plantilla (16%), lo que también es una señal de optimismo.
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