Según informa Reuters, que asegura tener fuentes cercanas a Apple, la compañía de la manzana estaría trabajando en su primer coche autónomo con el objetivo de lanzarlo al mercado en el año 2024 (aunque también señalan la posibilidad de que pueda retrasarse hasta 2025 o incluso más tarde, como consecuencia de la actual crisis sanitaria). Además, llegaría con un sistema revolucionario de batería, que facilitaría una autonomía mucho más duradera que la de los coches eléctricos actuales.
Apple lleva trabajando en crear su propio coche desde 2014, en lo que se conoce como el Proyecto Titán, aunque durante este tiempo ha habido muchos cambios y ajustes en dicha iniciativa. Para encauzar el proyecto, Apple repescó hace un par de años a su antiguo vicepresidente de hardware, Doug Field, quien ha sido una figura clave en Tesla al encargarse de la producción e ingeniería de sus vehículos.
Los planes de Apple en este sector serían más ambiciosos de lo que muchos imaginaban. A diferencia de Waymo (compañía hermana de Google, que también forma parte de la empresa matriz Alphabet), cuya estrategia está centrada en los taxis robotizados, Apple tendría planes para que sus vehículos autónomos fuesen personales y dirigidos al mercado masivo. De esta forma, cualquier usuario podría hacerse con el coche y utilizarlo para que le llevase automáticamente, sin necesidad de conducir.
En cuanto al diseño de la batería, sería uno de los elementos clave para llevar este proyecto a buen puerto, y podría ofrecer una tecnología muy innovadora. Las fuentes de Reuters afirman que reducirá «radicalmente» el coste de las baterías, y al mismo tiempo aumentará su duración. Incluso aseguran que esta tecnología es tan revolucionaria que es «como la primera vez que viste el iPhone».
Producción del coche de Apple
Aún no está claro si Apple fabricaría y ensamblaría ella misma los coches, o si llegaría a algún acuerdo con otra compañía con experiencia en el sector para llevar a cabo este proceso. De hecho, se cree que Apple ya intentó llegar a un acuerdo con la fabricante Magna International, pero que no lo alcanzaron porque los planes del Proyecto Titán aún no estaban claros.
Pero, sea cual sea el papel de Apple en el proceso de producción final, se espera que colabore con socios externos para incorporar determinados elementos al vehículo, entre los cuales destacarían los sensores lidar, que permiten obtener las distancias respecto a otros objetos y superficies, así como una visión tridimensional de la carretera. Apple ya ha utilizado este tipo de sensores en el iPhone 12 Pro y en el iPad Pro.
Parece que en Apple sueñan con revolucionar el mercado de la conducción automatizada, tal como hicieron con otros sectores. Pero no todos los inversores de la compañía comparten el mismo entusiasmo, y algunos temen perder dinero.
Por ejemplo, Trip Miller (socio gerente de la empresa de inversión Apple Gullane Capital Partners) sostiene que «tal como hemos visto con Tesla y las compañías de automoción, no es posible desarrollar una red de fabricación compleja en todo el mundo de la noche a la mañana», y sugiere que Apple se limite a crear sistemas operativos y tecnología de batería para usarlos bajo licencia en colaboración con fabricantes ya consolidados en el sector.
