Los investigadores de ciberseguridad de Comparitech han publicado un informe que detalla el precio promedio de cada uno de los servicios ofrecidos por los hackers en la Dark web. El informe ha revelado que los ataques personales y el cambio de las notas escolares son los negocios más caros y, por tanto, los más lucrativos para los ciberdelincuentes.
Como ya sabemos, la cantidad de ciberataques aumentó significativamente debido a la pandemia y a los cambios en los modelos de negocio derivados de ella. El teletrabajo y la digitalización forzosa y acelerada adoptados por las empresas dejaron expuestos sus sistemas de seguridad, algo de lo que han sabido sacar partido los ciberdelincuentes.
Gracias a un estudio de KELA, pudimos saber que los actores de amenazas cada vez actúan menos en solitario y se están organizando como si de empresas se tratara. Ahora, Comparitech ha publicado un informe que revela cuáles son los servicios más populares que ofrecen y cuánto cuestan.
Un negocio en la sombra
Para obtener los resultados, la compañía ha analizado más de un centenar de listados de doce sitios web de piratería de la Dark web. Por lo general, los criminales negocian el coste de estas actividades ilegales con los clientes en base a factores como su complejidad, duración y el riesgo que implican. Sin embargo, el estudio de Comparitech nos brinda una idea aproximada de lo que puede costar cada una de ellas.
Cabe destacar que todos los casos analizados exigían el pago por anticipado e, incluso, algunos aseguraban un reembolso a sus clientes si no eran capaces de cumplir con el objetivo acordado. Por eso, la mayoría de los ciberdelicuentes sólo suelen aceptar trabajos que creen que pueden realizar con éxito. Como señaló uno de estos grupos, “en aproximadamente el 5% o 7% de los casos, la piratería es imposible”, por lo que ese pequeño porcentaje no entraría en sus planes.
La mayoría de los precios de estos servicios estaban en bitcoins, pero los investigadores los han convertido a dólares para hacerlos más tangibles y comprensibles por todos. Los resultados indican que el hackeo de cuentas de redes sociales es el servicio más popular a día de hoy, pero no por ello el más caro. Por otro lado, los ataques personales, que incluyen difamación, sabotaje legal o interrupción financiera, y, sorprendentemente, los cambios en las calificaciones escolares son los servicios cuyos costes son más elevados.
Lista de prácticas y precios
A continuación, enumeraremos los servicios ofertados en la Dark web con sus respectivos precios:
- Piratería de sitios web: el precio promedio de esta actividad es de 394 dólares (340,44 euros). Como señala Comparitech, incluye ataques a sitios web y otros servicios de robo de información, como bases de datos y credenciales administrativas. Dentro de esta categoría también entran los servidores de juegos online.
- Ataques DDoS: los ataques de denegación de servicio distribuidos, que saturan los servidores web llenándolos de una cantidad desorbitada de peticiones, cuestan 26 dólares (22,47 euros) a la hora por término medio; aunque, en algunos casos, los criminales pueden cobrar tarifas mensuales si sus clientes quieren perpetuar los ataques durante más tiempo.
- Piratería de cuentas de redes sociales: como comentamos, este servicio es el que se ofrece con mayor frecuencia (29%). Entre las prácticas más comunes, encontramos el secuestro o el espionaje de cuentas. WhatsApp es la aplicación que suele despertar mayor interés, pero Facebook, Twitter, Instagram o Tik Tok también son objetivos recurrentes. Los precios varían en función de cada plataforma, pero de media los criminales cobran 230 dólares (198,73 euros). En la mayoría de los casos, necesitan emplear tácticas de ingeniería social, ya que, al final, son los usuarios los que deben “morder el anzuelo” para asegurar su éxito.
- Malware personalizado: los clientes pueden solicitar software malicioso a la carta para realizar distintas actividades, incluido ransomware. Su precio estimado es de 318 dólares (274,77 euros).
- Ataques personales: este tipo de servicio es el más caro de todos. Supone un coste aproximado de 551 dólares (476,10 euros) e incluye métodos como la difamación, el sabotaje y la interrupción financiera. Básicamente, tiene que ver con cualquier práctica destinada a perjudicar la reputación del objetivo, independientemente de lo que se diga sea verdad o mentira. Una estrategia bastante extendida es la de señalar a la víctima como un consumidor de pornografía infantil.
- Cambios de notas escolares: para sorpresa de muchos, este es un procedimiento ofrecido por los ciberdelincuentes y, además, es el segundo más costoso: 526 dólares (454,50 euros). Dicha actividad abarca tanto escuelas primarias como universidades y, en ocasiones, también proporcionan las respuestas de futuros exámenes.
- Piratería informática y telefónica: es la segunda práctica más extendida. Abarca desde el robo de información hasta la propagación de malware. Los criminales no suelen tener preferencias, cualquier sistema operativo les sirve: Windows, MacOS, Linux, Android, iOS, etc. Su precio promedio es de 343 dólares, es decir, 296,37 euros.
- Compromiso de correos electrónicos: sobre todo, implica el robo de credenciales del propietario de la cuenta. Los piratas pueden proporcionarle la contraseña al cliente o acceder ellos mismos para extraer información. Su precio aproximado es de 241 dólares (208,24 euros).
- Seguimiento de ubicación: consiste en localizar a una persona por medio de la dirección IP de su dispositivo móvil. Su coste aproximado es de 195 dólares (168,49 euros).
- Eliminación de deudas: algunos ciberdelincuentes aseguran que pueden eliminar el rastro de los morosos en las listas negras por más o menos 257 dólares (222,06 euros).
En la lista, también hay que incluir otros servicios más concretos y peculiares como la recuperación de una cuenta de Bitcoin, el hackeo de la base de datos de vacunación, la eliminación de publicaciones, SEO de sombrero negro para aumentar o disminuir la visibilidad de una página y auditorías de seguridad que realizaran los criminales para comprobar las vulnerabilidades del sitio del cliente.
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