Google ha reforzado su política para combatir el abuso de reputación, una práctica que considera una violación de sus normas y que implica el uso de contenido de terceros en sitios web bien clasificados en el Buscador con el fin de mejorar artificialmente su posicionamiento.
En marzo, la compañía tecnológica ya había anunciado medidas para frenar este tipo de comportamiento, que consiste en publicar contenido de escasa relevancia en plataformas con alto rendimiento en los resultados de búsqueda para aprovechar su buena clasificación.
Desde entonces, los análisis de Google han identificado diversos niveles de participación de terceros en este fenómeno. Sin embargo, no todas estas acciones constituyen abuso de reputación según los parámetros establecidos, lo que ha llevado a la empresa a precisar aún más sus políticas para abordar esta problemática de manera efectiva.
Por ello, ha actualizado la política relativa al abuso de reputación, que ahora muestra un lenguaje más comprensible y detalla cuáles son los casos considerados de abuso de reputación.
El objetivo es dejar claro que «usar contenido de terceros en un sitio con el fin de explotar las señales de clasificación del sitio es una violación de esta política, independientemente de si existe participación o supervisión de terceros sobre el contenido», como recoge en el blog de desarrolladores de Android.
La compañía también ha indicado que tienen sistemas y métodos «diseñados para comprender si una sección de un sitio es independiente o muy diferente del contenido principal del sitio», y que les permiten tratar «en igualdad de condiciones» las distintas subsecciones, para que «no obtengan un aumento en la clasificación solo por la reputación del sitio principal».