Las normativas de Twitter y las medidas que toma la red social con sus infractores son un tema recurrente cada cierto tiempo. Según recoge The Verge, Twitter «silenció» de forma repentina y sin aviso previo la cuenta de Mariam Barghouti, una destacada periodista palestina-estadounidense que informaba en directo sobre las protestas que había en Jerusalén.
El aspecto más llamativo de este caso es que esta medida de la red social afectó a todo el contenido de su cuenta, incluyendo su foto de perfil, su biografía y sus tuits, donde se podía leer el siguiente mensaje: «La cuenta de @MariamBarghouti no está disponible temporalmente porque viola las normativas de Twitter sobre el contenido multimedia».
Es importante destacar que, ante este tipo de infracciones, Twitter suele simplemente restringir de forma temporal la cuenta en cuestión, pero sin censurar su contenido.
ive been on twitter what feels like my entire life and ive never seen before what they're doing to this palestinian journalist's account pic.twitter.com/z6bSmLCvNn
— Casey Johnston (@caseyjohnston) May 11, 2021
Poco después de que varios seguidores de la periodista reportaran el suceso, Twitter admitió su error y restauró todo el contenido de su cuenta (la compañía suele revisar «manualmente» incidentes de este tipo con cuentas verificadas).
Pero, a pesar de que seguramente esta situación se haya producido por un error debido a los algoritmos de la red social o a reportes masivos, Twitter se reserva el derecho a «ocultar» los tuits de una cuenta ante un motivo en concreto: que el contenido multimedia compartido no cumpla con sus políticas.
Todos los tuits «pagan justos por pecadores»
Haciendo clic en el hipervínculo de «aprende más» (learn more) del aviso de Twitter en la cuenta de la periodista, la red social redirigía a su página de ayuda, más específicamente a la sección que aclara el significado de los avisos en las cuentas de Twitter.
La información sobre las medidas de Twitter ante este tipo de avisos, publicada en octubre de 2017 y sin ninguna actualización hasta la fecha, detalla que «si el perfil o el contenido multimedia de una cuenta no cumplen con nuestras políticas, podemos suspenderlos temporalmente y solicitar que el infractor modifique el contenido o la información de su perfil para que cumplan con nuestras reglas. También explicamos qué política incumplió el perfil o el contenido multimedia en cuestión».
Es decir, que si la imagen de perfil, la imagen de encabezado o cualquier contenido multimedia publicado por la cuenta no cumple con las normativas de Twitter (contenido que viole los derechos de autor, que sea discriminatorio, que incite al odio, etc.), Twitter podría censurar tanto el contenido que infringe las normativas como el resto del contenido de la cuenta hasta que el usuario lo elimine.
El grave problema de Twitter con la comunicación
No está claro por qué Twitter necesita ocultar todo el contenido de un usuario, así como avisar de su infracción en todas y cada una de sus publicaciones (biografía incluida), en vez de realizar dichas acciones solo en el contenido que infrinja las normativas. Ante la duda, The Verge contactó con Twitter, y un portavoz de la compañía declaró al medio que dicha política está diseñada con el fin de «informar mejor a la gente sobre las acciones tomadas por Twitter», sin aclarar nada más sobre el asunto.
La red social tampoco ha aclarado si la acción sobre la cuenta de la periodista fue tomada de forma «manual» (por un ser humano) o de forma automatizada (detección vía algoritmos o medida cautelar automática ante reportes masivos por una gran multitud de cuentas).
Como señala The Verge, seguramente se trate de una política antigua que Twitter, a día de hoy, no ha cambiado, a pesar de que, desde del pasado año, comenzó a etiquetar ciertos tuits de cuentas que infringían sus normativas, sin afectar al resto del contenido de dichas cuentas (algo que se pudo observar con ciertos tuits de la cuenta personal ya suspendida del expresidente de los Estados Unidos: Donald Trump).
Twitter aún tiene mucho trabajo por delante en materia de comunicación y transparencia con los usuarios. Sin ir más lejos, la persona que escribe estas líneas sufrió en diciembre una restricción de su cuenta en Twitter durante más de dos semanas sin que la compañía llegara a dar ninguna explicación ni se disculpara en ningún momento por su actuación.
Imagen de Steve Buissinne en Pixabay
