WhatsApp anunció el pasado viernes un retraso de tres meses en la implementación de su nueva política de privacidad, originalmente programada para entrar en vigencia el 8 de febrero, tras una confusión generalizada sobre si la nueva política obligaría a compartir datos de los usuarios con Facebook.
De hecho, como recogimos hace unos días, la actualización no afecta al intercambio de datos con Facebook con respecto a los chats de los usuarios u otra información de los perfiles; WhatsApp ha aclarado en repetidas ocasiones que su actualización solo afectaría a los chats de negocios en caso de que un usuario conversase con el servicio de atención al cliente de una empresa a través de WhatsApp.
«Hemos escuchado por parte de mucha gente cuánta confusión hay en torno a nuestra reciente actualización. Ha habido mucha desinformación que ha causado mucha preocupación y queremos ayudar a todos a comprender nuestros principios y los hechos», escribió la compañía en una nueva publicación de blog publicada el viernes.
Una polémica lógica, atendiendo a los precedentes
Desde 2016, WhatsApp ha compartido cierta información de los usuarios con Facebook, incluido sus números de teléfonos. Sin embargo, WhatsApp no mira los mensajes de chat de las personas ni escucha sus llamadas telefónicas, y las conversaciones de WhatsApp están encriptadas de extremo a extremo para protegerse contra esos abusos.
A pesar de esto, una ventana emergente que informaba a los usuarios sobre el nuevo cambio incluía una mención sobre cómo WhatsApp se asocia con Facebook, y también incluía un ultimátum que indicaba a los usuarios que eliminarían su cuenta si optaban por no aceptar los nuevos términos. Eso le dio a la gente la idea de que los nuevos términos eran mucho más invasivos.
La compañía lanzó la semana pasada una publicación de blog separada para intentar aclarar la confusión, e incluyó un cuadro que especifica qué información está protegida y no se comparte cuando alguien usa WhatsApp.
Pero numerosos informes de los medios, que destacan la adición de una terminología diferente respecto a la política de privacidad, así como la desinformación en las redes sociales, se han unido en una intensa y generalizada reacción contra la política de privacidad de WhatsApp. El resultado ha sido un aumento en las descargas de apps de la competencia, como Signal y Telegram.
Varios ejecutivos de Facebook, incluido el director de Instagram, Adam Mosseri, y el director de WhatsApp, Will Cathcart, usaron Twitter para tratar de aclarar la confusión, aunque parece ser que con poco éxito. El pobre historial de privacidad de Facebook, unido al hecho de que WhatsApp, con el tiempo, ha puesto su mirada en monetizar la plataforma para su gran base de usuarios internacionales, ha erosionado la confianza de los usuarios en la app de mensajería, llegándose a convertir una actualización relativamente mundana en una controversia mundial.
La clave de todo: una mejor comunicación
WhatsApp dice que ahora va a utilizar este aplazamiento de tres meses para comunicar mejor tanto los cambios en su nueva política como sus prácticas en materia de privacidad respecto a los chats personales, el uso compartido de la ubicación y otros datos confidenciales. «Ahora estamos retrasando la fecha en la que se pedirá a las personas que revisen y acepten los términos», se lee en la publicación del blog.
La compañía dice que nadie perderá el acceso a la app si no está de acuerdo con los nuevos términos y condiciones de servicio que comunicó a principios de este mes. «También vamos a hacer mucho más para aclarar la desinformación sobre cómo funciona la privacidad y la seguridad en WhatsApp. Luego, iremos a las personas gradualmente para que revisen la política a su propio ritmo antes de que las nuevas opciones comerciales estén disponibles el 15 de mayo», dice la compañía.
Un terreno asentado para la futura actualización, que traerá novedades para los perfiles de negocios
WhatsApp declaró a la web The Verge que la política de privacidad no cambiará cuando salga. La intención de la actualización es comunicar a los usuarios que los mensajes con empresas en WhatsApp pueden almacenarse en servidores de Facebook, lo que requiere el intercambio de datos entre las dos empresas (esa información, dice WhatsApp, se puede utilizar por parte de las empresas con fines publicitarios, pero Facebook no lo comparte automáticamente en sus apps). WhatsApp todavía tiene la intención de lanzar la actualización el 15 de mayo para que coincida con las nuevas funciones de chat de negocios cuyas previsualizaciones se vieron en octubre.
La compañía espera de esta forma que el tiempo extra le ayude a controlar la controversia y a mejorar su mensaje sobre lo que realmente está cambiando. «La actualización incluye nuevas opciones que las personas tendrán para enviar mensajes a una empresa en WhatsApp y proporciona mayor transparencia sobre cómo recopilamos y usamos los datos. Si bien no todos compran con una empresa en WhatsApp hoy, creemos que más personas optarán por hacerlo en el futuro y es importante que las personas conozcan estos servicios», se lee en la publicación del blog. «Esta actualización no amplía nuestra capacidad para compartir datos con Facebook».