Dicen las malas lenguas que el tiempo es eso que transcurre mientras se espera el botón de editar tuits en Twitter. Esta funcionalidad, junto a la de poder dejar un No me gusta en tuits ajenos, han sido, a lo largo de los años, los dos componentes que prácticamente todos los usuarios de esta red social han echado en falta. Bueno, pues puede que, en un futuro, podamos recibir al menos una de estas dos características.
Como respuesta a un tuit de Jackie Singh, una experta en seguridad, Kayvon Beykpour, el líder del producto de Twitter, ha revelado que la compañía está «estudiando» añadir un botón de No me gusta a la plataforma, recalcando, eso sí, que no es una de las máximas prioridades de la compañía de momento.
En su tuit, Jackie Singh le preguntaba lo siguiente: «En lugar de desarrollar nuevas funciones, ¿qué tal si os centráis en los siguientes problemas reales? Eliminar todos los comportamientos falsos coordinados; mejorar la experiencia del usuario con respecto al acoso y a sus denuncias; añadir un botón de No me gusta o una función para votar de forma negativa; la desinformación perjudica a los usuarios».
La respuesta de Kayvon Beykpour no se hizo de esperar: «La primera, la segunda y la cuarta son, literalmente, nuestra máxima prioridad (hacer la conversación pública en Twitter) y lo ha sido durante años. Hemos avanzado mucho, pero aún queda mucho por hacer. ¡Creemos que también es importante resolver otros problemas! En cuanto a la tercera, esto es algo que estamos estudiando».
El botón estará en un futuro, pero no le corre prisa a Twitter
Por su respuesta, se puede ver que Twitter está centrando actualmente sus esfuerzos en reducir la propagación de las cuentas falsas (utilizadas por muchos partidos políticos para difundir noticias falsas y crear una corriente de opinión), mejorar la seguridad de sus usuarios con mejores herramientas para frenar y denunciar el acoso (un tema que se le viene criticando mucho a la red social desde hace tiempo, ya que la compañía es bastante laxa con aquellos comportamientos de acoso que no son completamente explícitos), y frenar la desinformación, también nociva para sus usuarios (un tema estrechamente relacionado con las cuentas falsas, aunque la desinformación puede también provenir de cuentas reales, e incluso de personajes públicos y/o verificados, como ocurrió con el cantante Miguel Bosé hace pocos meses).
Vale la pena señalar que Twitter ya incorpora una opción para «votar de forma negativa» el contenido que aparece en la timeline mediante el botón «No me interesa este Tweet», que aparece al pulsar en Denunciar un tuit (y que realmente no lo denuncia como tal a la red social). Al seleccionar la opción, los usuarios pueden anular algorítmicamente el contenido similar en sus timelines sin necesidad de silenciar o bloquear al usuario que tuiteó ese tipo de contenido. Una opción para dar o me gustas a los tuits probablemente tendría un efecto similar en la timeline de un usuario, y simplemente agilizaría el proceso, aunque de una manera un poco más «desagradable» y, sobre todo, pública.
Aquellos que usan Twitter han apreciado un claro esfuerzo de la compañía para luchar contra las cuentas que propagan en la plataforma violencia y odio, así como desinformación. La compañía fue, junto a Facebook, una de las dos redes sociales que más intensamente ha luchado (y está luchando) para hacer frente a las fake news a lo largo de la jornada electoral en los Estados Unidos, como ya comentamos en este artículo.
La crítica se produce tras el lanzamiento, hace dos días, de las «Historias» de Twitter: Fleets. Un nuevo añadido que la compañía ha justificado diciendo que, así, menos gente se dejará publicaciones en los borradores y podrán publicarlos, temporalmente.