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Quibi, la plataforma de vídeo de Whitman y Katzenberg, cierra tras 6 meses de vida

Quibi, la plataforma de streaming de vídeos cortos creada por Jeffrey Katzenberg, expresidente de Walt Disney Studios y cofundador de DreamWorks Animation, y Meg Whitman, ejecutiva de DreamWorks, Procter & Gamble y Hasbro, anunciaba este miércoles su cierre. El final abrupto de este costoso proyecto llega apenas seis meses después de su debut. Según The Wall Street Journal, Quibi habría devuelto 350 millones de dólares de los 1.750 millones que recaudó de sus inversores..

La compañía, que luchó para ganar suscriptores y cumplir con sus objetivos de crecimiento, tuvo que vérselas con críticas tibias y conflictos internos, no logrando finalmente conseguir el número de suscriptores necesario para prosperar. Jeffrey Katzenberg ya estaba explorando varias opciones el mes pasado, incluyendo la venta de la compañía, ya que tenía dificultades para conseguir que se registraran más suscriptores.

Mucha gente la esperaba en los Estados Unidos

La plataforma fue muy esperada en los Estados Unidos dada la participación de Katzenberg, conocido por haber trabajado para Disney y DreamWorks, y ofrecía una firme lista de programas con productores y estrellas como LeBron James, Jennifer Lopez, Steven Spielberg, Kevin Hart y Chrissy Teigen.

Este formato de plataforma audiovisual presentaba programas con episodios de entre 5 y 10 minutos de duración, pudiéndose acceder al servicio originalmente solo en dispositivos móviles. Cuando se lanzó, Quibi ofreció suscripciones gratuitas durante los primeros 90 días. Llegado el momento, se actualizó con el fin de permitir a sus suscriptores el uso de los dispositivos AirPlay y Chromecast para ver el contenido de la plataforma en sus televisores. Irónicamente, este mismo martes, un día antes del cierre, la compañía lanzó las apps para Apple TV, Android TV y Fire TV.

Problemas sobre problemas

Pero, en mayo, las descargas fueron escasas, incluso con la prueba gratuita que se ofrecía. En el primer mes después del lanzamiento, la app de Quibi tuvo 2,6 millones de instalaciones en móviles, según los datos mostrados por la web de analíticas SensorTower. Quibi acabó consiguiendo un total de 3,5 millones de descargas en dispositivos, pero tan solo 1,3 millones de usuarios activos. Los números no incluyen a los clientes de pago que continuaron utilizando el servicio una vez finalizada la prueba gratuita.

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En junio, Quibi declaró haber gastado 1.000 millones de dólares de los 1.750 millones que había recaudado para el tercer trimestre de 2020. También calculó que tendría que recaudar 200 millones de dólares adicionales para mediados de 2021 si quería seguir siendo viable económicamente. Quibi además sufría problemas internos; The Wall Street Journal informó sobre las aparentes diferencias que existían entre Katzenberg y Whitman, que habrían puesto en peligro a una compañía que ya pasaba por grandes dificultades. El mismo mes, Katzenberg atribuía todos los problemas existentes «a la COVID-19».

Una plataforma condenada desde antes de su nacimiento

Por lo visto, la compañía tuvo problemas desde el principio. Muchos expertos de la industria no vieron ninguna novedad en la plataforma respecto a la competencia y no creían que tuviera éxito. También, la COVID-19 restringió en gran medida las actividades de la gente, lo que se juntó con el hecho de que, progresivamente, cada vez más personas comenzaban a trabajar desde casa y evitaban salir al aire libre. El lanzamiento de Quibi se produjo junto a la llegada de los primeros confinamientos en todo el mundo, incluido Estados Unidos.

Pero a Quibi ya se le hacía cuesta arriba incluso antes de que se lanzara debido al panorama que existía, con una enorme competencia en el sector del streaming. Por si fuera poco, Quibi no era dueña de gran parte del contenido que alojaba. Pagó por muchos programas y adquirió licencias de varios años de duración, tras lo cual el contenido sería devuelto a las empresas dueñas de los derechos.

Además, la capacidad de cambiar en tiempo real entre la visualización horizontal y vertical, una tecnología que la compañía anunció como un punto clave de diferenciación sobre los competidores, fue rápidamente denunciada ante los tribunales por varias alegaciones de infracción de patentes.

Buenas intenciones, pero insuficientes

La empresa quería que los usuarios utilizaran la app para ver en sus dispositivos móviles clips cortos de entretenimiento (algo parecido a lo que hace TikTok, sobre la que hablamos hace unos días en este artículo), además de noticias y contenido deportivo. La brevedad de los episodios de sus programas estaba orientada a que la gente los viera durante breves períodos de tiempo mientras hacían su vida diaria.

Justo en el extremo opuesto se encuentra la plataforma de streaming Twitch, que hace días batió un récord de espectadores con el directo de la política del partido demócrata estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez, en el que jugó al popular videojuego Among Us.

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