Si Trump montase ahora un circo, le crecerían los enanos. Facebook eliminaba ayer martes un post de Donald Trump en su red social que afirmaba, sin sonrojarse, que la COVID-19, que ha contagiado ya a más de 7,5 millones de estadounidenses y ha provocado la muerte de más de 210.000 personas en el país (según datos del periódico The New York Times), es un virus menos mortal que una gripe ordinaria.
La afirmación, que se produce días después de haberse notificado el positivo de Trump y de su mujer, Melania Trump, en este virus, ha llevado a Facebook a tomar medidas y a eliminar el post por romper las reglas contra la desinformación sobre la COVID-19, según le confirmaba a CNN la propia red social a través de su portavoz, Andy Stone.
Pero la cosa no acaba ahí, ya que el actual presidente de los Estados Unidos hizo la misma publicación en Twitter, y la red social, tomando cartas en el asunto (aunque de una forma mucho más liviana, todo hay que decirlo), decidió «marcar» su tuit, agregando una etiqueta de advertencia y restringiendo las interacciones con su publicación.
Facebook se pone las pilas contra la desinformación
Tal y como informaba el periodista de CNN Donie O’Sullivan en una publicación en Twitter, Facebook se ha comprometido a eliminar cualquier tipo de desinformación relativa a la COVID-19 que pueda «contribuir a un daño físico inminente». Esto incluiría las falsas afirmaciones sobre «la ubicación y la gravedad» de los brotes de la COVID-19.
Una suceso que ocurre pocos días después de que Facebook retirase varios anuncios de su campaña electoral en la red social, como ya os comentábamos la semana pasada. Los anuncios, retirados también por difundir información falsa acerca de la COVID-19, así como de los refugiados, afirmaban, sin evidencia alguna, que aceptar refugiados aumentaría el riesgo de los estadounidenses de contraer la COVID-19.
Andy Stone hacía las siguientes declaraciones a NBC News sobre el caso: «Rechazamos estos anuncios porque no permitimos las declaraciones que afirman que la seguridad física, la salud o la supervivencia de la gente se vean amenazadas por el origen nacional o el estado migratorio de las personas».
La red social también tuvo que eliminar en agosto un post de Trump en el que afirmaba que los niños son «prácticamente inmunes» a la COVID-19. Tras este suceso, Courtney Parella, la portavoz de la campaña de Trump, declaró que el Presidente solo estaba «enunciando un hecho sobre que los niños son menos susceptibles a la COVID-19».
Por si fuera poco, Facebook hizo lo mismo en junio con un anuncio suyo que incluía un símbolo nazi. Una medida tomada, según la red social, por «violar sus términos y condiciones acerca del odio organizado».
Un virus de alta consideración para todo el mundo, excepto para Trump
Aunque en la actualidad se desconoce la tasa exacta de mortalidad de la COVID-19, hay pruebas sustanciales de que es más mortal que la gripe y, con casi toda seguridad, no es «mucho menos letal», incluso para las poblaciones de bajo riesgo. Trump también afirmó que «a veces más de 100.000» personas mueren de gripe cada año, mientras que el número real ronda entre las 24.000 y las 62.000 muertes estadounidenses en los últimos años, y la COVID-19 ha matado a más de 210.000 en el país americano desde marzo.
Trump fue diagnosticado con COVID-19 la semana pasada y pasó el fin de semana en el hospital militar Walter Reed, antes de ser dado de alta este mismo lunes. Anunció su partida del hospital restando importancia a la gravedad del virus.
Hace poco, un estudio de la Cornell University sugería que Trump ha sido uno de los principales impulsores de lo que los expertos en desinformación han llamado la «infodemia» (infodemic en inglés, suma de «desinformación» y «pandemia») de la COVID-19, una colección de afirmaciones falsas sobre los efectos del virus y la eficacia de las vacunas, el uso de máscaras, el distanciamiento social y otras medidas.
