Hoy, en pleno Black Friday, la competencia por dominar las búsquedas en línea está llevando el marketing digital a un nuevo nivel de complejidad. Grandes plataformas como Temu y Shein han intensificado la inversión en sus campañas de publicidad online, encareciendo las palabras clave más codiciadas y planteando serios retos a minoristas tradicionales y pequeñas empresas, según especialistas del sector.
El Black Friday marca el inicio de la temporada de compras navideñas, y cada clic en los resultados de búsqueda puede significar la diferencia entre el éxito o el fracaso. Sin embargo, la feroz lucha por destacar en los motores de búsqueda está elevando drásticamente el costo por clic (CPC), especialmente en términos relacionados con promociones y productos populares, dejando a muchos negocios con presupuestos publicitarios limitados al margen.
Datos de Semrush revelan cómo Temu ha pujado por términos directamente vinculados a sus competidores, como “ofertas de Walmart Black Friday” o “Bed Bath Beyond”. Shein, por su parte, ha optado por palabras clave como “ropa de Walmart” y “jeans de Zara”, provocando un aumento significativo en los costos de términos relacionados, que en algunos casos se han multiplicado por 16 en solo dos años.
Este tipo de estrategias no solo impacta a los minoristas más pequeños, sino que también obliga a los grandes competidores a reconsiderar cómo asignan sus presupuestos. Con los costos de las campañas de búsqueda disparándose, algunos ven reducida su rentabilidad hasta el punto de cuestionar la viabilidad de mantener estas inversiones publicitarias.
El impacto es profundo: en algunos casos, los anuncios de búsqueda generan hasta el 30% de las ventas online de los minoristas y representan casi la mitad de su presupuesto publicitario. Mientras tanto, las estrategias de Temu y Shein destacan por abarcar un rango de palabras clave mucho más amplio que las tácticas habituales de sus competidores. Este enfoque agresivo está redefiniendo las reglas del marketing digital y presionando a las empresas tradicionales a innovar o quedarse atrás.
Los minoristas más pequeños, aunque no pueden igualar los recursos de gigantes como Temu y Shein, tienen la oportunidad de adoptar enfoques más específicos y creativos. Muchos están redirigiendo sus inversiones hacia canales alternativos como redes sociales (Facebook, TikTok) o colaboraciones con microinfluencers. Estas estrategias permiten llegar a audiencias más segmentadas con mensajes personalizados y costos relativamente bajos.
La fidelización de clientes también se ha convertido en una prioridad. Programas de recompensas, descuentos exclusivos y accesos anticipados a promociones son herramientas clave para cultivar relaciones más duraderas con los consumidores. En un mercado donde el costo de adquirir nuevos clientes sigue aumentando, retener a los existentes puede marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento.
El Black Friday de este año no solo evidencia una transformación en las dinámicas del marketing digital, sino que también deja claro que la adaptabilidad y la innovación son esenciales para sobrevivir en un entorno cada vez más competitivo y costoso.