Parece ser que la estrategia de YouTube de arremeter contra los bloqueadores de anuncios está provocando justo lo contrario a lo que pretenden evitar. Según un estudio, a raíz de ello, se ha producido un aumento del 336% en el uso de estas herramientas, una cifra que no tiene precedentes en su historia.
Desde este verano, la red social endureció sus políticas con respecto a los bloqueadores de anuncios. Como consecuencia, si los usuarios quieren disfrutar de los videos de la plataforma sin anuncios, ahora sólo tienen tres opciones: desactivar estos bloqueadores, poner el sitio en su lista de excepciones o suscribirse a YouTube Premium.
Para la mayoría, YouTube Premium no vale lo que cuesta
Como sabemos, YouTube se nutre fundamentalmente de sus ingresos en publicidad, pero su manera de afrontar el problema ha generado muchas críticas y reacciones totalmente opuestas a las que se pretendían. Muchos lo han visto como un movimiento desesperado por conseguir suscriptores de su servicio Premium, cuyo coste es de 13,99 dólares al mes (casi 13 euros).
El estudio de All About Cookies, basado en las respuestas de 1.000 usuarios, revela que a YouTube no le está saliendo demasiado bien la jugada. En primer lugar, a la mayoría de los encuestados el precio del servicio le parece desproporcionado.
Más de la mitad (52%) no pagaría nada por un YouTube libre de anuncios; mientras que, de aquellos que pasarían por caja, el 23% sólo pagaría entre 1 y 5 dólares, el 14%, entre 6 y 10 dólares, y tan sólo el 9% aceptaría una suscripción de entre 11 y 20 dólares mensuales, que es la franja en la que se encuentra el precio real de YouTube Premium. Por el contrario, algo que sorprende bastante es que unos pocos usuarios (2%) estarían a pagar más de lo que realmente vale el servicio.
Luchar contra los bloqueadores de anuncios es inútil
Por otro lado, como señalamos en el titular, las medidas restrictivas de la plataforma con respecto a los bloqueadores de anuncios se han traducido en un aumento desorbitado de los mismos. Concretamente, un aumento del 336%, lo que demuestra que, en la mayoría de los casos, intentar prohibir algo en Internet suele ser una mala decisión. Y es que si bien el bloqueo de estos bloqueadores puede funcionar provisionalmente, siempre acabarán surgiendo alternativas capaces de volver a eludir estos controles.
“Curiosamente, algunos usuarios han cambiado a extensiones que aceleran significativamente los anuncios en un esfuerzo por reducir el costo que los anuncios cobran en su experiencia de usuario. Otros están probando extensiones y software de bloqueo de anuncios que pueden eludir las restricciones de YouTube,” explican los autores del estudio.
Asimismo, el estudio les preguntó a los usuarios cómo ha afectado este cambio a su comportamiento en la plataforma. La mayoría (44%) asegura que siguen utilizando YouTube de la misma manera y el 22% que se está planteando usar un bloqueador de anuncios a partir a ahora.
Probablemente, las posturas más preocupantes para YouTube son las del 16%, que dice que seguramente utilizará menos tiempo la plataforma, y del 15%, que buscará alternativas libres de anuncios. En la otra cara de la moneda, están el 12% y el 11%, que son los que se plantean suscribirse al servicio Premium y dejar de usar bloqueadores de anuncios respectivamente.
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