El principal regulador de la privacidad y la protección de datos en la Unión Europea ha instado a los responsables de la comunidad política a que refuercen las normas de «transparencia» propuestas para los anuncios de carácter político, pidiendo en su lugar límites significativos que prohíban totalmente el microtargeting (o microsegmentación) con fines políticos.
Y es que, tal y como recoge TechCrunch, la propuesta del pasado otoño de la Comisión para regular los anuncios políticos se quedó muy corta, ofreciendo lo que el portal calificó en su momento como un conjunto muy «tibio» de normas de transparencia de los anuncios políticos, plagado de lagunas que los manipuladores electorales y los propagadores de bulos podrían explotar muy fácilmente.
El Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD), Wojciech Wiewiórowski, parece tener una opinión similar, y recomendó el pasado jueves en un dictamen que el reglamento debe reforzarse y que debería incluir «una prohibición total del microtargeting con fines políticos».
«La comunicación política es esencial para que los ciudadanos, los partidos políticos y los candidatos puedan participar plenamente en la vida democrática. Para preservar nuestra democracia, también necesitamos normas estrictas para combatir la desinformación, la manipulación de los votantes y las interferencias en nuestras elecciones. Tenemos que hacer más si queremos hacer frente a los numerosos riesgos que rodean el uso de técnicas de segmentación y amplificación con fines políticos», dijo en una declaración que acompañaba a su dictamen.
Un tipo de publicidad que podría haber amplificado la polarización política en redes sociales
La petición del SEPD de prohibir el microtargeting político no es una gran sorpresa a estas alturas, ya que Wiewiórowski pidió anteriormente a los legisladores de la UE que prohibieran totalmente la publicidad basada en la conducta humana.
En febrero del año pasado advirtió que las medidas de transparencia pueden no ser suficientes para evitar los innumerables daños manipuladores relacionados con el microtargeting (como la discriminación; la explotación de personas y grupos vulnerables o protegidos; la amplificación del odio y el fraude, y la interferencia electoral, por ejemplo).
Expresando su opinión sobre los anuncios políticos, el regulador declara que los argumentos para una prohibición en este caso son aún más fuertes: «Los modelos de negocio existentes detrás de muchos servicios online han contribuido a aumentar la polarización política e idealista, la desinformación y la manipulación. La publicidad dirigida y los mecanismos de amplificación han contribuido a provocar esos daños», argumenta, y añade: «El SEPD considera que sus recomendaciones sobre la publicidad selectiva online son aún más válidas en el contexto político, teniendo en cuenta su potencial impacto negativo en la integridad de la democracia y sus instituciones representativas».
Los peligros de la publicidad dirigida en el espectro político
En su dictamen, Wiewiórowski también explica que «la publicidad dirigida puede utilizarse para influir indebidamente en los individuos cuando se trata del discurso político y de los procesos electorales democráticos». Mientras que las campañas políticas «tradicionales» offline pretenden influir en el comportamiento de los votantes a través de mensajes generalmente disponibles y recuperables (verificables), la publicidad dirigida permite alcanzar a votantes individuales y a grupos con mensajes a medida, específicos para las necesidades, los intereses y los valores particulares del público objetivo.
«El SEPD coincide con la conclusión de la Comisión de que tales prácticas tienen efectos perjudiciales específicos sobre los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, incluidas sus libertades de opinión e información, de tomar decisiones políticas y de ejercer su derecho de voto. Además, está convencido de que presentan riesgos crecientes no solo para los derechos fundamentales de los individuos, sino también para la sociedad en su conjunto».
Además, advierte de que el uso de datos personales permite segmentar a diferentes grupos de votantes o individuos y «explotar sus características o vulnerabilidades», como por ejemplo, publicar un anuncio en un momento determinado o en un lugar en el que una persona o grupo puede ser más sensible al mensaje.
Meta, la compañía anteriormente conocida como Facebook, tomó buena nota de las recomendaciones de Wiewiórowski y de otros expertos, y el pasado noviembre eliminó la categoría «Creencias políticas, problemas sociales, causas, organizaciones y figuras» de la segmentación de anuncios en sus plataformas, además de otras categorías igualmente sensibles.
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