Apple lanzó ayer iOS 14.5, la última versión de su sistema operativo para dispositivos móviles. La actualización incluye una nueva función de privacidad conocida como App Tracking Transparency («transparencia en el rastreo de aplicaciones»), o también por sus iniciales: ATT, que ha dado bastante de qué hablar en los últimos meses.
La función se anunció por primera vez hace casi un año, aunque la compañía retrasó el lanzamiento para dar más tiempo a los desarrolladores para prepararse. Desde entonces, la compatibilidad con la función ya se ha implementado en iOS, y algunas aplicaciones, como Venmo y Duolingo, ya la han adoptado. Con la nueva actualización, Apple hará cumplir de manera general sus nuevas normativas sobre privacidad.
Como recogimos hace una semana, la nueva actualización hará aparecer una notificación al iniciar cada una de las aplicaciones en la que se solicitará el permiso del usuario para «rastrear su actividad en las aplicaciones y sitios web de otras empresas». Cada aplicación que solicite el permiso de rastreo de datos también aparecerá en un menú propio dentro de la configuración general de privacidad de iOS, lo que permitirá al usuario activar y desactivar el rastreo de las aplicaciones en cualquier momento, ya sea de forma individual o para todas.
Un mayor control del usuario sobre sus datos
Cada una de esas dos acciones (permitir el rastreo de datos o denegarlo) tiene consecuencias relacionadas con la privacidad de los usuarios y los datos personales que se comparten a las empresas.
Si se rechaza el rastreo, la aplicación en cuestión ya no podrá utilizar el identificador IDFA de Apple para compartir datos sobre la actividad del usuario con intermediarios de datos y empresas de terceros con fines de orientación de anuncios. También significaría que la aplicación ya no podrá usar otros identificadores para rastrear al usuario, aunque hacer cumplir esto último podría ser más complicado para Apple.
En el período previo a su lanzamiento, ha habido un intenso debate sobre la transparencia en el rastreo de aplicaciones. Los que se muestran a favor de esta nueva política de privacidad argumentan que hay una enorme cantidad de información personal y actividad que se recopila sobre los consumidores sin su consentimiento, algo que Apple recogió en su informe A Day in the Life of Your Data («Un día en la vida de sus datos»). Con la nueva actualización, Apple le da a los usuarios una forma sencilla de controlar el acceso a sus datos.
Facebook argumenta que la función podría perjudicar a muchas empresas
En la parte contraria, la red social Facebook ha argumentado que, al permitir al usuario bloquear la orientación de anuncios, Apple también estaría perjudicando su modelo de negocio y también a las pequeñas empresas que dependen de la orientación para realizar campañas publicitarias asequibles y efectivas.
La red social publicó anuncios en importantes periódicos estadounidenses, como The New York Times, The Wall Street Journal y The Washington Post, declarando que está «haciendo frente a Apple para las pequeñas empresas en todo el mundo».
Aun así, no todos los medios con los que contactó Facebook publicaron su anuncio, como es el caso de la Electronic Frontier Foundation, que descartó la campaña argumentando que era «un intento ridículo de Facebook para distraer al usuario de su pobre historial de comportamiento anticompetitivo y problemas de privacidad mientras intenta descarrilar los cambios favorables a la privacidad de Apple que son malos para el negocio de Facebook».
Además de Facebook, personas como Eric Seufert, el fundador del portal Mobile Dev Memo, han sugerido que estos cambios podrían causar un daño «existencial» a algunos desarrolladores y anunciantes, a la vez que beneficiarían a los resultados económicos de Apple.
El impacto total de estas nuevas medidas dependerá, en gran parte, de cuántas personas opten por rechazar el rastreo de datos. Como recogimos hace unos días, lo más seguro es que muchas personas opten por denegar el acceso a sus datos. Aun así, habrá que esperar un tiempo para ver qué acaba ocurriendo y si, de haber un rechazo generalizado al rastreo, acaba siendo tan perjudicial para grandes y pequeñas empresas.