Nos encontramos en plena campaña electoral y con las elecciones municipales y autonómicas a la vuelta de la esquina. Por ello, es buen momento para señalar algunas claves a la hora de elaborar un buen discurso político, pero especialmente para saber detectar cuando están tratando de engañarnos, manipularnos o encandilarnos con falsas promesas.
Al final, la política es como el marketing. Se trata de vender una idea, pero sobre todo de convencer de que nuestro proyecto es el mejor y responde a las necesidades reales de los ciudadanos. Pero, para ello, no todo vale. Debemos dejar atrás las malas artes.
Persuadir no es engañar. Se trata de establecer una relación cercana con el electorado, hablar con honestidad y aportar soluciones a los problemas reales de la gente. Puede que la demagogia fuera efectiva hace unos años, pero, a día de hoy, es demasiado fácil desenmascarar a los mentirosos.
Aquí tienes algunos consejos
Lo primero es tratar de conocer a la audiencia a la que te estás dirigiendo. Por lo general, un público joven preferirá un lenguaje más informal y moderno; mientras que uno de mayor edad, posiblemente, esté más acostumbrado a una retórica más tradicional y, debido a su experiencia, el mensaje podrá contener ciertas referencias al pasado para establecer una analogía con otras situaciones del presente.
De igual manera, el contenido del mensaje deberá ser distinto dependiendo del lugar en el que nos encontremos. No es lo mismo hablar en una gran ciudad que un pequeño pueblo de agricultores, ganaderos o pescadores. Un buen orador debe ser versátil, adaptarse a las circunstancias, pero sobre todo entender los problemas reales de cada lugar.
En definitiva, hay que adaptar el discurso a la realidad y no amoldar la realidad a nuestro discurso. La gente sabe de sobra los problemas que le afectan, así que proponer soluciones que no necesitan sólo generará desinterés y desconfianza. Por ello, saber cómo actuar en cada momento y preocuparse por los asuntos que de verdad son relevantes en cada lugar es fundamental. Esto denotará interés, cercanía, respeto y empatía, algo que dejará huella entre los asistentes y podrá marcar la diferencia frente a otros candidatos con discursos robóticos.
Con esto en mente, se puede recurrir a otras tácticas para atraer la atención del público, como contar historias (storytelling), pero haciéndolo con coherencia. Hay que tener siempre en cuenta el perfil del público ante el que nos encontramos y cuál va a ser el mensaje principal que servirá como hilo conductor de nuestro discurso.
Por otro lado, es importante ser uno mismo. Se notará si no nos creemos el mensaje que estamos transmitiendo o nuestro tono y estilo son impostados. El discurso debe ser igual de contundente y atractivo tanto en el papel como en el escenario de manera que no se pierdan los matices que queremos transmitir por el camino. Si al leerlo en voz alta, el texto suena natural, vamos por el buen camino.
Sin embargo, cuando haya que exponerlo ante la audiencia, hay que evitar leer lo máximo posible. Es conveniente hacer un pequeño esquema con los principales asuntos a tratar para que nos sirva de guía, pero no leer directamente, ya que eso le restará autenticidad y credibilidad al discurso.
Un Máster para convertirte en un maestro de la elocuencia
Si estás interesado en adentrarte en el mundo de la política o la retórica, la Universidad Camilo José Cela e ID Digital School tienen una propuesta para ti. Se trata de un Master en Comunicacion, en el que te proporcionarán las claves para convertirte en un gran orador.
Este programa formativo cuenta con el respaldo y la aprobación de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), por lo que es válido en 49 países (27 de la Unión Europea y otros 22) y quienes lo realicen podrán acceder directamente a un doctorado.
El Master en Comunicacion Politica se puede cursar tanto de forma presencial como a distancia, así que puedes elegir cual se ajusta mejor a tus necesidades. Ambas modalidades se imparten entre octubre y mayo, pero solo la presencial tiene un horario preestablecido (de lunes a jueves de 18:00 a 21:00).
Este máster ya cuenta con ocho ediciones a sus espaldas, todas con muy buenos resultados. Y es que las prácticas remuneradas en empresas son una parte esencial del programa, por lo que los alumnos pueden comenzar a recoger los frutos de su esfuerzo en el “mundo real”. De esta forma, una vez finalizado el curso, la inmensa mayoría de estos logra acceder a un puesto de trabajo rápidamente.