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Ana Municio: «la enseñanza online de los niños debe realizarse en sesiones cortas y escalonadas»

Ana Municio Zúñiga es experta en transformación en la enseñanza, tanto metodológica como digital. Se ha especializado en este campo tras su etapa como profesora de infantil y primaria y actualmente trabaja en varios proyectos: forma parte del equipo de escuela21 como coordinadora de proyectos de transformación educativa y digital, ejerce de community manager del proyecto educativo desarrollado por Training Wheels y participa como socia voluntaria en la asociación Espiral, Educación y Tecnología donde coordina la gestión de los proyectos y el área de comunicación.

Su trayectoria en el mundo de la enseñanza se ha guiado siempre por una profunda vocación y un profundo amor a su profesión, y en la actualidad vuelca todo su talento en la transformación de la docencia hacia nuevos y mejores métodos con la tecnología como herramienta. En Digitalis la hemos entrevistado para tomarle el pulso al momento de transformación en la educación  que estamos viviendo, y a los retos que se plantean para conseguir una enseñanza de mayor calidad y que no deje a nadie atrás.

P: Eres profesora de infantil y primaria pero estás en una excedencia desde septiembre de 2019 y actualmente te especializas en transformación educativa, con Internet como uno de los canales de tu trabajo. La pregunta es obligada, ¿por qué este cambio?

R: Soy una persona muy inquieta, necesito sentir el reto de hacer algo nuevo, de estar siempre aprendiendo. Esta ha sido mi actitud como docente desde que comencé a trabajar, nunca me he conformado con hacer las cosas como el año anterior. Cada grupo de alumnos es diferente, cada curso es nuevo si tienes en cuenta a tus alumnos para diseñar las situaciones didácticas. Esta inquietud se ha ido acrecentando, según he ido conociendo nuevas formas de trabajar en clase basándome en metodologías activas, ha habido una progresiva transformación en la gestión de mi clase: de la enseñanza a la facilitación del aprendizaje.

Tengo que decir que esta inquietud didáctica no ha surgido de la nada, ni de la práctica, sino de mi experiencia como aprendiz en mi infancia. Tuve la suerte de aprender en los años 80 con un grupo de docentes de un colegio público con un proyecto propio de pedagogía activa. Estudié magisterio, además en la rama de educación infantil, en pleno estreno de la LOGSE, un momento de ilusión pedagógica en nuestro país. Cuando he empezado a ejercer como maestra nunca he querido renunciar a esa concepción de la educación, en la que el alumno aprende investigando, ideando, creando…

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Disfruto mucho de mi profesión, hemos disfrutado mucho en clase. Pero cuando encuentras un propósito en la vida es algo peligroso, te empuja a tomar decisiones difíciles. Me ha costado salir del aula, pero he sentido un impulso grande por compartir y promover lo aprendido durante estos últimos 10 años en los que he participado en diversos proyectos de innovación educativa.

P: ¿En qué aspectos y con qué profesionales trabajas la transformación educativa?

R: Actualmente trabajo en varios proyectos. Formo parte del equipo de escuela21, fundada por Alfredo Hernando, donde desarrollamos proyectos centrados en la innovación educativa y acompañamos a equipos en su transformación.

Trabajar en este equipo supone una gran oportunidad en mi trayectoria profesional, por el
aprendizaje que estoy desarrollando, caminando con gigantes de la educación, y por el ambiente de colaboración y confianza en el que estoy desenvolviendo mi trabajo.

Trabajo también como community manager de un proyecto educativo que me fascina, el
desarrollado por Training Wheels, un espacio de innovación y aprendizaje basado en retos para el desarrollo de habilidades del siglo XXI por medio del juego.

Sigo además participando como socia voluntaria en la asociación Espiral, Educación y Tecnología, donde coordino la gestión de los proyectos de la asociación y el área de comunicación. En esta asociación llevo 10 años aprendiendo, compartiendo e inspirándome, y desarrollando las competencias que me han ayudado a enfrentar mi cambio de profesión actual.

«Muchos de mis proyectos actuales trabajan con los educadores en formatos participativos, para que se produzca una transferencia a los entornos online en los que ellos están ahora ejerciendo la docencia»

P: En el momento en que diste el salto, ¿crees que se percibía que el futuro de la enseñanza obligatoria estaría ligado al online en mayor o menor medida? ¿Se consideraba un elemento que acabaría integrándose, o no se consideraba siquiera?

Estudié psicopedagogía en la Universidad Oberta de Catalunya, mientras vivía en México. Esta experiencia fue fundamental para comprender que el futuro de la educación tenía un fuerte componente digital.

El descubrimiento de los recursos 2.0 fue un aliciente en mi aula. En cuanto regresé a España, comencé a trabajar como docente de nuevo, y usé el blog de aula, allá por el 2007, como una herramienta didáctica para facilitar que mis alumnos fueran pro-sumidores, es decir que fueran creadores de contenidos en internet. Y te estoy hablando de que en esos momentos trabajaba en el primer ciclo de primaria, donde el blog ¿Dónde estás Tragapalabras? funcionaba como el mejor de los motivadores para la incitación a la lecto-escritura. Fue un proyecto memorable, que me ayudó a comprobar que el constructivismo era posible con herramientas 2.0.

No he dejado de usar la tecnología desde entonces para fomentar la participación, la creatividad y el desarrollo de competencias de mi alumnado. Encontrando siempre un componente imprescindible que hemos llegado a denominar Emocion2.0 (definido en la tesis doctoral de @londones).

En estos momentos, la tecnología evidentemente se ha convertido en un soporte fundamental para dar continuidad al aprendizaje en situaciones de distanciamiento con los alumnos. Muchos de los proyectos en los que estoy trabajando desde la pandemia tienen como objetivo trabajar con los educadores en formatos participativos, para que se produzca una transferencia a los entornos online en los que ellos están ahora ejerciendo la docencia. Es importante que se creen modelos educativos nuevos para trasladar las metodologías activas a los entornos virtuales o híbridos.

Ana Municio Zuñiga

P: El mundo ha cambiado tras el estallido de la COVID-19. Para algunos sectores, como la formación, ha supuesto un auténtico terremoto. Cuando empezó todo, ¿en qué estabas trabajando? ¿Qué supuso para tu actividad profesional el confinamiento repentino?

R: En el momento en que comenzó el confinamiento me acababa de dar de alta como autónoma, porque tenía dos proyectos de formación con varios equipos de diferentes colegios. Esos proyectos de formación presencial se vinieron abajo, como debía ser por responsabilidad, pero para mi supuso un shock.

Lo bueno es que me duró poco el susto, porque en unos días comenzaron a surgir oportunidades referentes a la competencia digital y el acompañamiento pedagógico, que se han convertido en un aprendizaje imprescindible en todos los entornos, tanto de la educación formal como no formal.

«Aún en los casos de profesores y colegios que no tenían un plan de competencia digital para la formación durante el confinamiento, cabe destacar la capacidad de adaptación y la voluntariedad de los profesionales de la educación»

P: Miles de profesores de todo el país se vieron en la tesitura de cambiar sus habituales clases presenciales por un nuevo canal para conectarse con los alumnos: Internet. En la mayoría de los casos, esto supuso una comunicación por mail y el envío de deberes y trabajos por correo electrónico. ¿Cómo crees que vivieron este momento profesores y alumnos?

R: Mi percepción es que ha habido dos situaciones diferentes en el momento del confinamiento. Aquellos centros o profesores que habían desarrollado sus competencias digitales y las de sus alumnos, los que ya usaban herramientas tecnológicas, han tenido que trabajar en optimizar la organización pero no han sufrido un cambio tan grande en su forma de comunicarse con el alumnado y de favorecer el aprendizaje, porque ya estaban habituados al entorno digital.

Sin embargo, los alumnos, profesores y colegios que no tenían un plan de competencia digital para la formación sufrieron un momento de parálisis, han tenido que formarse con urgencia y adaptarse a un medio nuevo. Pero aún en estos casos, cabe destacar la capacidad de adaptación y la voluntariedad de los profesionales de la educación, que han conseguido dar continuidad al aprendizaje en circunstancias muy complicadas y con un gran esfuerzo personal. Una vez más, se ha vivido un ambiente de solidaridad y ayuda entre docentes tanto en entornos personales como en las RRSS, sirva como ejemplo la actividad incesante que ha tenido el hashtag y los grupos de Telegram y Facebook #SOSDigitalDocente, abierto desde Espiral con la intención de facilitar un entorno de colaboración que ha superado con creces nuestras expectativas.

«Cómo evaluar en entornos digitales se ha convertido en la gran pregunta. Se necesita una nueva visión de la evaluación para responderla»

P: Y luego llegó la hora de evaluar… ¿Conoces experiencias en este punto? ¿Crees que pudo generar frustración tanto entre profesores como entre alumnos?

R: Creo sinceramente que la evaluación es la piedra angular del cambio educativo, y se ha podido comprobar en esta situación de crisis que una evaluación formativa y enfocada a la autorregulación y el aprendizaje del alumnado son imprescindibles para que los alumnos y alumnas aprendan con autonomía.

Cómo evaluar en entornos digitales se ha convertido en la gran pregunta, sigue siendo una gran preocupación para muchos docentes. Se hace necesaria una nueva visión de la evaluación para planteárselo desde un punto de vista que les dé respuestas. La frustración puede ser un gran aliciente para la reflexión educativa y el cambio didáctico.

En entornos híbridos o virtuales evaluar no puede ser una actividad que lleve a cabo solo al final del proceso; se hace necesario que sea una actividad compartida con los alumnos, que se lleve a cabo a lo largo de todo el proceso de aprendizaje y que sea una herramienta más que ayude a cada estudiante a desarrollar la mejor de sus versiones.

En los entornos de e-learning está muy estudiado cómo ir apoyándose en una evaluación participativa, relevante y progresiva. El diseño instruccional tendría que estar ahora mismo en la agenda de toda la formación continua de los docentes.

«El principal problema sigue estando en la desigualdad de oportunidades del alumnado para acceder a la enseñanza en remoto»

P: ¿Ha cambiado la actitud de los profesores hacia la formación online después de la pandemia?

R: Tengo la esperanza de que haya sido uno de los grandes aprendizajes de esta pandemia, hoy en día la transformación digital es una realidad en todas las ramas profesionales. Las competencias digitales son imprescindibles para formarnos como ciudadanos, como contempla el marco Digacomp de la Comunidad Europea, y por ello los centros educativos tienen que ser organizaciones competentes digitalmente, y así mismo urge la actualización docente en este campo.

Los profesores están comprendiendo que el aprendizaje se puede dar en diferentes entornos y que la presencialidad, siendo muy importante, no es el único medio para que se dé el aprendizaje. Quizás nos estemos enfrentando a una época de discontinuidad en la presencialidad, como nos acaba de demostrar la tempestad provocada por Filomena. La diferencia ahora es que los docentes ya saben cómo enfrentar estas situaciones y se cuenta con los medios, toca asumir que el nuevo “edificio” en el que se da el aprendizaje no está levantado con ladrillos.

El principal problema sigue estando en la desigualdad de oportunidades del alumnado para acceder a la enseñanza en remoto.

P: El choque también fue bastante duro para los padres. En general, ¿cómo fue su relación con los profesores en esos meses? ¿Crees que predominó la confianza en el profesorado?

R: Los profesores nunca han estado más expuestos que en estos momentos, en los que los padres les hemos tenido dando clase en nuestro salón. Como he comentado antes, los padres hemos sabido comprender el proceso de adaptación que han necesitado tanto la educación en general como los docentes, y hemos agradecido su esfuerzo, compromiso y gran creatividad. Hemos visto cómo ha evolucionado la organización escolar y cómo nuestros hijos se han visto acompañados en este cambio rotundo.

«La clave para la formación online, en cualquier edad, es la participación»

P: En el caso de los alumnos más pequeños, la formación online parece un reto todavía más difícil. ¿Es posible una formación online efectiva para los niños de infantil y primeros años de primaria? ¿Cuáles serían las claves?

R: La clave para la formación online es la participación, en cualquiera de las edades que tengan los aprendices. Para ello es imprescindible cuidar el diseño instruccional, no sirve trasladar lo que haces en clase a un formato digital.

Cuanto más pequeño sea el alumnado, más importante será que los contenidos que se preparen sean interactivos, apoyados en diferentes medios de expresión y sobre todo que favorezcan que las personas con las que estés interactuando en la sesión estén activas. Si la curva de la atención es corta en entornos presenciales, se reduce aún más en entornos virtuales, por lo que se hace necesario un cambio de actividad continuo (igual que se hace en las clases de estos niveles), actividades que hagan participar a los alumnos y favorecer ambientes en los que se aprenda de forma colaborativa y se desarrolle el pensamiento colectivo.

Y lo que creo que es muy importante es que se realicen sesiones cortas, y escalonadas. Es una barbaridad tener a los niños y niñas tantas horas ante la pantalla, una asignatura tras otra. Como docentes tenemos que acompañar a nuestros alumnos/as, pero fomentar que parte del aprendizaje sea autónomo en la medida de sus posibilidades (autónomo de verdad, no pidiendo a los padres que hagan de profesores).

P: En tu actual actividad profesional, creas entornos colaborativos en línea, encuentros entre profesores… ¿Cómo llegan hasta ti los profesores? ¿Qué es lo que buscan cuando se apuntan a estos encuentros?

R: Trabajamos con diferentes fundaciones que apoyan el desarrollo digital y profesional de los docentes. Se trata de proyectos gratuitos en los que los docentes encuentran espacio para desarrollarse junto a otras personas de cualquier lugar. La mayoría de los docentes buscan actualización pedagógica y comprender cómo desenvolverse en entornos digitales.

P: Y ¿en qué enriquecen estos encuentros a los docentes?

R: Estamos teniendo muy buenos resultados con nuestros proyectos, se está creando un ambiente muy bueno y los profesores manifiestan haber encontrado, además de aprendizaje profesional, un espacio de reflexión educativa y de desarrollo de pensamiento colectivo.

Como ejemplo, los docentes que han participado en los laboratorios de innovación de La Escuela, Lo Primero (Fundación Cotec) nos dicen haber encontrado la forma de trabajar en línea con sus alumnos desde un rol de facilitación del aprendizaje y con dinámicas donde los protagonistas sean los alumnos en activo.

Me atrevo a decir que todos, también nosotros, estamos descubriendo otras formas de
trabajar y aprendiendo en la práctica.

«Hemos apostado por convertir los dispositivos móviles en la principal herramienta de aprendizaje para reducir la brecha digital»

P: Hablabas antes de la desigualdad de oportunidades para acceder a la formación en remoto. ¿Cómo evitamos esto? ¿Podemos darle la vuelta a la tortilla y hacer que la formación online sea una herramienta que garantice los derechos educativos de todos los ciudadanos?

R: La brecha es evidente, y no se puede obviar, nos corresponde a todos trabajar para reducirla. Creo que debería ser un objetivo prioritario comprender que el acceso a la educación en igualdad de oportunidades es un derecho de la infancia, y que esta pasa por la reducción de la brecha digital.

Precisamente leí ayer un artículo en referencia a esto en la revista TELOS nº 115, apostando por la conectividad inclusiva y sostenible como una de las claves de la sociedad actual. Me gustó esta cita: “Una sociedad que consiguiese reducir las desigualdades de acceso a soluciones digitales en conocimiento, educación, salud, cultura y gobernanza a escala global combatiría mejor nuevas enfermedades del siglo XXI, como la soledad, la ignorancia y el odio” (Rafael Martínez-Cortiña, 2020).

Desde escuela21 hemos estado trabajando con educadores sociales, en el programa de Conecta Educación de Fundación Telefónica, para acompañarles en su labor de atención a los colectivos más vulnerables. Como en estos casos no podemos esperar a que actores gubernamentales reduzcan la brecha, porque estamos hablando de atenderles aquí y ahora, hemos apostado por convertir los dispositivos móviles en la principal herramienta de aprendizaje.

Los móviles hoy en día son un bien de primera necesidad, y hay aplicaciones gratuitas con las que se pueden crear entornos de aprendizaje o de acompañamiento, apostemos por empezar por lo más sencillo para llegar a todos, o casi todos, porque por desgracia hay personas que no cuentan ni con ese medio.

P: ¿Cuáles crees que son las claves para mejorar las actuales plataformas de formación en línea de las instituciones educativas?

R: Son actualidad los estudios sobre experiencia de usuario, una de las claves está en que estas plataformas sean intuitivas, sencillas de usar, que no supongan una barrera ni para los docentes ni para los alumnos.

Por otro lado, se han vivido situaciones de saturación de las plataformas públicas cuando más se han necesitado, estoy segura de que las distintas consejerías de educación están
trabajando en ello para que soporten la gran actividad que se está dando.

Las grandes compañías privadas de plataformas online ganan siempre el terreno en este sentido, seguramente juegan con ventaja económica, y nos facilitan mucho el acceso y la usabilidad. Está claro que cada institución educativa tiene que evaluar qué tiene y puede ofrecer, y una vez elegido el medio, la clave está en facilitar que todos los usuarios puedan sacar el mayor partido posible a la herramientas, sea la que sea.

Si te ha gustado nuestra entrevista a Ana Municio, quizá te interese leer: Leire Nuere, de la UFV: “para impedir la brecha digital en educación, todo debe transcurrir en un móvil”.

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