Apple podría permitir las tiendas ajenas a la App Store en 2024. Según Bloomberg, los de Cupertino podrían dar su brazo a torcer debido a la Ley de Mercados Digitales de la Unión Europea, que exigirá cambios a las grandes tecnológicas con el fin de evitar las prácticas antimonopolio.
Una postura contraria al sideloading
Hasta hace unos años, este hecho sería impensable. Apple siempre se ha mostrado en contra de las tiendas de terceros para las aplicaciones de su ecosistema iOS y ha obligado a los desarrolladores a distribuir exclusivamente sus apps a través de su App Store, lo que implica que deben pagar un 30% de comisiones por los ingresos que generan.
Una de las principales razones que alega la compañía es que la distribución de apps fuera de su tienda -o sideloading– no garantiza la seguridad de los usuarios. Y es que Apple siempre ha presumido de que su App Store es la opción más segura, ya que ejerce un control total sobre las aplicaciones y cuenta con un equipo para revisarlas.
“La única razón [del reducido número de ataques en iOS] es que el resto de plataformas permiten el sideloading. En el iPhone, el sideloading significaría la descarga de software directa desde el internet abierto o desde una tienda de un tercero, sobrepasando las protecciones de la App Store,” comentó Craig Federighi, vicepresidente senior de software de Apple, en la Web Summit de 2021.
Según él, el sideloading no permite la revisión humana de las aplicaciones y, por lo tanto, esto deja las puertas abiertas para los ataques de malware. Sin embargo, prohibir el sideloading no significa que iOS esté completamente libre de la actividad de los actores de amenazas. De hecho, el año pasado supimos que el 2% de las mil aplicaciones que más ingresos generaban eran fraudulentas.
Apple ya está acostumbrada a dar su brazo a torcer
A pesar de su estricta postura con respecto a este asunto, Apple ha tenido que ceder en varias ocasiones. En Japón, por ejemplo, tuvo que permitir métodos de pago ajenos a su App Store como parte de un acuerdo para evitar que las cosas llegarán a la vía judicial.
Algo más sonado fue su juicio contra Epic Games, ya que su popular juego Fortnite incluía un sistema de pagos ajeno a App Store, lo que Apple entendía como un mecanismo para burlar el pago de comisiones. El veredicto fue bastante salomónico: Epic Games debería pagar a los de Cupertino el 30% de los beneficios obtenidos a través de dicho sistema, pero Apple también tendría que permitir otros métodos de pago alternativos a su plataforma.
El año pasado, ya pudimos observar algunas de las consecuencias de esa sentencia, como cuando la compañía permitió a los desarrolladores informar por email a los usuarios sobre métodos de pago alternativos para sus aplicaciones. No obstante, lo de ahora es quizá lo más relevante hasta la fecha. Y es que, según Bloomberg, tolerará las tiendas de terceros en dispositivos iOS, lo que podrá evitar el pago de comisiones a los desarrolladores.
No obstante, esto no implica que los desarrolladores puedan actuar sin ninguna limitación. Mark Gurman, autor del artículo de Bloomberg, asegura que, a pesar de la apertura de Apple en torno a este asunto, esta podría imponerles el cumplimiento de ciertos requisitos de seguridad. Además, incluso podría cobrarles una tarifa por revisar sus aplicaciones antes de instalarse en los dispositivos.
La Ley de Mercados Digitales como la principal causa
Supuestamente, el principal motivo de este cambio de actitud tiene que ver con la Ley de Mercados Digitales (DMA), aprobada en marzo por la Unión Europea. El objetivo de la normativa es el de “garantizar un entorno comercial más justo para los consumidores” imponiendo una serie de obligaciones a los gigantes tecnológicos.
Entre dichas obligaciones, tendrán que permitir que terceros interoperen con sus propios servicios y no podrán posicionar sus servicios de forma más favorable que otros terceros en sus plataformas o recopilar datos de los usuarios para ofrecer publicidad dirigida a no ser que los usuarios lo consientan expresamente.
Para asegurarse de su cumplimiento, la Comisión Europea podrá imponer sanciones. Aquellas compañías que infrinjan estas normas podrán enfrentarse a “multas de hasta el 10% de su volumen de negocios mundial total en el ejercicio fiscal anterior, o hasta el 20% en caso de incumplimiento reiterado”.