Según la web de noticias económicas Bloomberg, Sony ha recortado en un millón el número de unidades de PlayStation 5 que tenía previsto fabricar durante el año fiscal que acaba en marzo de 2022. La multinacional japonesa confiaba en producir 16 millones de unidades y, finalmente, estima que se quedará en 15 millones. La razón, por supuesto, es la escasez de semiconductores que está frenando la producción de muchas industrias y que, en el caso de los videojuegos, está significando un despliegue más lento de lo previsto para la novena generación de consolas.
Desde su lanzamiento en noviembre de 2020 hasta la actualidad, para los usuarios ha sido imposible ir directamente a una tienda y comprar una PS5: solo han llegado unidades suficientes para cubrir reservar previas, en una especie de pescadilla que se muerde la cola: la dificultad de hacerse con una PS5 ha azuzado las reservas lo que, a su vez, ha impedido que fuera posible hacerse con la máquina sin tenerla reservada.
Teniendo en cuenta que Sony ya tiene prevendida cada PS5 que distribuye, no mantener el ritmo deseado de producción tendrá, por supuesto, su efecto en la previsiones de unidades vendidas de la consola. Según datos de la propia Sony, desde el lanzamiento de PS5 se ha venido 13,4 millones de unidades. Evidentemente, la consola es un éxito, y se ha quedado muy cerca de las ventas de PS4 en su primer año de vida: 13,8 millones de unidades. Pero lo cierto es que esta diferencia a favor de PS4 va a incrementarse en los próximos meses, ya que la anterior consola de Sony no tuvo que enfrentarse a problemas serios de fabricación en sus primeros años de vida.
La principal razón de que Sony no pueda producir tantas PS5 como le gustaría es la escasez de semiconductores, pero la compañía también señala a los omnipresentes efectos de la pandemia de la COVID-19: Sony ha reconocido que los bajos índices de vacunación en algunos de los países en los que se desarrolla parte de su cadena de producción también dificultan la fabricación de máquinas.
Un problema para la industria tecnológica… y más allá
La escasez de semiconductores lleva ya más de un año afectando a todo tipo de industrias, y se debe a una confluencia de factores entre los que se encuentran la altísima demanda y la dificulta de construir a corto plazo nuevas fábricas para producir chips. Microsoft también tiene problemas para fabricar todas las unidades demandades de su consola Xbox Series X, Nintendo ha tenido que reducir un 20% la producción prevista hasta marzo de 2022 de su Nintendo Switch, y el PC portátil de Valve diseñado para jugar, la Steamdeck, ha retrasado su lanzamiento dos meses, hasta febrero de 2022, por problemas en la cadena de suministros y la escasez de chips.
En general, todo el sector tecnológico se ha visto afectado por la situación. Incluso Apple ha rebajado sus previsiones de crecimiento y reducido la fabricación de iPad para centrarse en iPhone. Y los problemas se extienden a todas la industrias que manufacturan productos con chips integrados. Los expertos aseguran que esta escasez nos acompañará durante todo 2022, si bien se prevé que la situación mejore paulatinamente según avance el año.