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Amazon impide los préstamos bibliotecarios de los libros digitales que edita en Estados Unidos

Amazon está impidiendo los préstamos en las bibliotecas estadounidenses de los libros electrónicos (o ebooks) y los audiolibros de las obras que publica a través de sus brazos editoriales internos, según un nuevo informe de The Washington Post. De hecho, Amazon es el único editor importante que está haciendo esto, según afirma el informe.

Tal y como recoge The Verge, la compañía lo hace porque cree que los términos relacionados con la venta de las versiones digitales de libros a bibliotecas, que a su vez los ponen a disposición de los residentes locales de forma gratuita a través de plataformas de préstamo de libros electrónicos como Libby, son desfavorables.

«No nos queda claro que los modelos actuales de préstamo de bibliotecas digitales equilibren de manera justa los intereses de los autores y los usuarios de las bibliotecas», dijo Mikyla Bruder, jefa de marketing global de Amazon Publishing, a Geoffrey Fowler de The Washington Post en un comunicado enviado por correo electrónico. «Vemos esto como una oportunidad para inventar un nuevo enfoque para ayudar a expandir el número de lectores y servir a los usuarios de las bibliotecas, mientras que al mismo tiempo protegemos los intereses de los autores, incluidos los ingresos y los derechos de autor».

Amazon no está de acuerdo con las condiciones negociadas hasta el momento

El meollo del problema es el debate sobre si las bibliotecas estadounidenses, que a menudo pagan mucho más que el precio minorista por las copias físicas y electrónicas de los libros, perjudican en última instancia las ventas de los editores al permitir que las personas saquen copias de forma gratuita.

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En la era de las aplicaciones móviles y el uso generalizado de Kindle, pedir prestado un libro electrónico ahora es más fácil que nunca: se necesita una tarjeta de la biblioteca y la aplicación Libby, realizar las reservas y, finalmente, retirar los libros electrónicos, que se pueden enviar directamente a un Kindle, e-reader o aplicación para acceder a ellos por tiempo limitado.

Sin embargo, los editores, no los autores, deciden el destino de los diversos acuerdos de distribución de un libro, y aparentemente Amazon no quiere que las bibliotecas presten sus libros electrónicos, al menos no bajo los términos que se hayan negociado hasta el momento.

Eso significa que muchas de las obras de autores con los que la compañía ha firmado en sus sellos editoriales, como Mindy Kaling, Trevor Noah, Andy Weir y Michael Pollan, están disponibles para leerse únicamente si se paga el precio minorista completo. Algo ciertamente irónico cuando esos mismos autores han expresado su apoyo a las bibliotecas y el préstamo gratuito de libros, como Pollan lo ha hecho con The Washington Post.

Un problema que llega en un momento complicado para muchas personas debido a la pandemia

Según los informes, Amazon está manteniendo negociaciones con una organización sin ánimo de lucro, la Biblioteca Pública Digital de América, para coordinar la venta de sus libros electrónicos a las bibliotecas estadounidenses, pero The Washington Post señala que el acuerdo no incluiría ninguna obra autoeditada o los audiolibros de Audible.

Y, para empeorar las cosas, Amazon supuestamente no está negociando, y no lo ha hecho durante años, un acuerdo serio con OverDrive, el fabricante de la aplicación Libby que utilizan muchas bibliotecas de todo el país.

En cambio, el director ejecutivo de OverDrive, Steve Potash, declaró a The Washington Post que la compañía y Amazon tienen un «diálogo continuo» en el que OverDrive ha comunicado su «voluntad de innovar en un esfuerzo por respaldar su estrategia comercial».

Como señala Fowler en su informe, seis de los 10 libros electrónicos más vendidos en Amazon, la plataforma de libros electrónicos dominante en los Estados Unidos, fueron publicados por Amazon, lo que los hace inelegibles para préstamos de las bibliotecas porque Amazon no los venderá.

Amazon vende a las bibliotecas copias físicas de los libros que publica (cuando no tiene promociones exclusivas de libros electrónicos), señala Fowler, pero la pandemia de la COVID-19 ha convertido a Libby y al préstamo de libros electrónicos en una fuente vital para aquellos interesados ​​en pedir libros prestados desde la seguridad de su hogar.

Imagen de Free-Photos en Pixabay

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