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Miguel Camiña: «En Micappital ECO, vamos a hacer que tu dinero mejore el mundo»

La semana pasada, la fintech Micappital lanzaba Micappital ECO, una nueva plataforma de inversión que no solo busca la rentabilidad de los clientes, sino que sugiere inversiones que mejoran la sostenibilidad del planeta. Es la última idea de unos asesores financieros innovadores, que usan la tecnología como aliado y que nacieron con el objetivo de ayudar a pequeños inversores en un marco de total confianza: para que no tengan que mover su dinero, Micappital invierte en activos de los bancos de sus clientes, y solo cobra si las inversiones obtienen beneficios.

La compañía está creciendo y ya resulta atractiva para inversores de muchos tamaños. Hoy entrevistamos a Miguel Camiña, uno de sus cofundadores, para que nos hable de la compañía, de Micappital ECO y también para que nos dé su visión sobre asuntos de actualidad en el universo financiero, como las criptomonedas.

P: Micappital nace en 2016. ¿Puedes contarnos cómo surge la idea de la startup, que tipo de necesidad detectasteis en el mercado y que servicio queríais ofrecer?

R: La idea surgió porque dos de los fundadores, Borja Nieto y yo, trabajábamos en el mundo de la banca privada y nos dimos cuenta de que los grandes patrimonios tenían muchas alternativas a la hora de invertir. Estaban bastante bien asesorados y ayudados porque había muchas entidades interesadas en ofrecerles sus servicios. Pero también detectamos que la gente de nuestro alrededor, nuestros amigos, compañeros, no tenían ideas claras de dónde invertir, qué invertir, qué hacer con su dinero, y los que tenían ambición por hacer algo estaban bastante abandonados.

Lo que decidimos fue analizar el sector financiero y ver por qué a ese tipo de clientes potenciales, sobre todo la gente joven, que tenía sentido pensar que serían los clientes del mañana, las entidades los dejaban un poco de lado. Y nos dimos cuenta de que era por rentabilidad. Para estas entidades no es rentable tener una persona atendiendo a clientes de patrimonios no muy grandes. Los mínimos dependen de los bancos, pero vamos, por debajo de 200.000 euros, 100.000 euros, 1 millón de euros, según cada entidad, no les resultaba rentable dedicar un banquero a esto.

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Este análisis nos llevó a pensar la forma de hacer rentable trabajar con estos clientes. Aquí entra en juego un tercer otro cofundador, Carlos Bernabeu, que viene del mundo de la tecnología. Pensamos en utilizar la tecnología a nuestro favor para dar un servicio de la máxima calidad aunque el cliente no tenga 1 millón de euros o 200.000 euros. Eso fue el inicio de Micappital: poder dar un asesoramiento de la máxima calidad a todo el mundo.

«iNtentamos romper las normas del sector financiero, y Creo que seguimos siendo los únicos asesores que solo cobramos a éxito»

P: Como has dicho, uno de los principales rasgos de Micappital es que estáis orientados a inversores pequeños. ¿Qué diferencias hay entre invertir el capital de un inversor pequeño y el de uno grande?

R: En realidad, esos fueron nuestros inicios. Pero ahora, en la actualidad, tenemos clientes con 200 euros, 500 euros y clientes con más de 1 millón de euros. Abarcamos el abanico entero.

Yo creo que una de las claves para hacer un servicio atractivo para gente que no ha invertido nunca, independientemente de la cantidad que tenga, es la confianza. Que confíe en que lo que vas a hacer con su dinero tenga sentido. Y para eso diseñamos el sistema de precio. Queríamos que el cliente entendiera que no hay nadie más interesado en que las cosas vayan bien que nosotros mismos. Por eso, si el cliente no gana, pues no paga. Es una forma de ponernos totalmente de su lado.

Creo que cuando empezamos con este sistema éramos los únicos y creo que seguimos siendo los únicos que solo cobramos a éxito. Intentamos romper las normas preestablecidas en el sector financiero, en el que las entidades cobran independientemente del rendimiento de sus activos, y era una forma de dar un golpe encima de la mesa y decir, “oye, yo sí que voy a estar de tu lado porque, fíjate, si tú no ganas yo tampoco. Estoy muy pendiente de que tus inversiones vayan bien”.

P: Si no me equivoco, Micappital no vende productos financieros, sino que realizáis las inversiones en la cartera del banco del cliente, ¿verdad? ¿Esta es otra manera de generar confianza en el cliente? ¿Que sepa que no queréis colocarle vuestros productos?

R: Esto fue una decisión que nos llevó bastante tiempo tomar cuando estuvimos diseñando cómo sería el servicio de Micappital. Una máxima que tenemos siempre es ponérselo al cliente lo más fácil posible. Y los más fácil posible era decirle, “¿oye, en qué banco estás”? Pues no te preocupes, quédate ahí y ahí te ayudo. No hace falta ni que me mandes tu dinero, ni que te abras una cuenta conmigo, ni que mandes tu dinero a un sitio que no conoces. En el sitio que ú conoces, donde tú estás cómodo, déjame que te ayude a invertir”.  Eso nos funcionó muy bien, y obviamente ayuda mucho a generar confianza.

«nosotros hemos elegido los bancos disponibles en Micappital. Los que no están o bien no tieneN producto financiero de inversión, o bien el producto no es Bueno o Es excesivamente caro»

P: En apenas cuatro años desde el nacimiento de Micappital estáis trabajando con muchos de los bancos que operan en España. ¿Cómo este proceso? ¿Os tuvisteis que dirigir a cada banco individualmente?

R: Cada banco tiene sus condiciones, sus mínimos, sus comisiones que un banco cobra y otro no. Un banco tiene unos fondos disponibles, el de al lado tiene otros… Cuando decimos que la inversión la hacemos completamente a medida del cliente es, entre otras cosas, por estas diferencias. Como no cobramos nada del banco, cobramos del cliente, no necesitamos llegar a un acuerdo comercial con los bancos. Lo que sí necesitamos saber es qué productos tiene disponible el banco, cuáles son los mínimos para invertir en esos productos y las condiciones. Ese tipo de información es pública.

Hemos sido más nosotros los que hemos elegido los bancos. Ahora mismo ayudamos ya a invertir a los clientes de 24 o 25 bancos. En España hay 60. Ya hemos podido analizarlos casi todos. Y los que no tenemos disponibles es porque, o bien no tienen producto financiero de inversión o bien el producto no es suficientemente bueno o excesivamente caro. Si el cliente no va a ganar, nosotros tampoco, y preferimos no recomendarle nada.

«Cuando la CNMV nos dio la autorización para ser asesores financieros, éramos la entidad con los miembros más jóvenes»

P: Me gustaría volver un momento al pasado, cuando empezasteis. Sacar adelante una empresa no es fácil. ¿Recuerdas algún hito en esos primeros meses que te hiciera pensar “vamos en la buena dirección, Micappital tiene futuro”?

R: Cada día nos enfrentamos a retos que vamos superando, y así vamos validando que la empresa va hacia adelante. Por destacar un momento clave, fue cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores nos dio la autorización para ser una entidad de asesoramiento financiero. Creo que en ese momento era la entidad más joven. No sé si alguien nos habrá superado, pero no creo, porque en ese momento los fundadores teníamos 25 años.

Conseguir una entidad regulada con esa edad era un logro muy importante para nosotros que nos permitía competir de tú a tú en el sector financiero respecto al resto de entidades. Y también era un sello de calidad para el cliente. Esto no es simplemente una aplicación que te recomienda lo que hacer, esto es una entidad regulada que pasa su auditoria de cuentas, su auditoria de prevención de blanqueo de capitales, todos los procesos del Banco de España… Una certificación que te asegura que las cosas se hacen bien.

«En Micappital ECO, además de hacerte ganar dinero, incluso Por delante de eso muchas veces, vamos a hacer que tu dinero esté mejorando el mundo»

Micappital ECO
La aplicación y la web de Micappital ECO permiten comprobar desde el móvil o el ordenador la huella positiva que dejan nuestra inversiones.

P: Pasamos a preguntaros sobre el nuevo servicio que anunciasteis la semana pasada, Micappital ECO. ¿Podrías explicar las diferencias entre el servicio de Micappital ECO y el servicio de Micappital habitual?

R: Micappital ECO nace de un proceso que ya teníamos en mente hace un año y medio, tanto por el feedback de los clientes como por nuestro constante análisis del mercado, a nivel nacional y nivel internacional. Y este tipo de iniciativas en el norte de Europa y Estados Unidos estaba teniendo muchísimo tirón, generando mucho interés por parte de los inversores.

Nos pusimos a trabajar y decidimos que primero teníamos que lograr un hito importante en la compañía antes de sacar el servicio al mercado: asesorar más de 50 millones de euros. Fuimos avanzado con todos los desarrollos tecnológico necesarios y, cuando alcanzamos el hito que nos habíamos marcado, decidimos rematar el producto y lanzar el servicio. El resultado es Micappital ECO, que presentamos la semana pasada. Hemos hecho un periodo de validación interno con todos nuestros clientes que se han querido apuntar, y eso nos ha permitido que el producto salga al mercado con la máxima calidad.

La diferencia principal es que en Micappital maximizamos la rentabilidad, y en Micappital se maximiza la rentabilidad por impacto. Intentamos lograr el mayor impacto posible sin renunciar a la rentabilidad. Además de hacerte ganar dinero, incluso delante de eso muchas veces, lo que voy a hacer es que tu dinero esté mejorando el mundo.

«Hay un tipo de cliente que antes no estaba interesado en invertir. pero quiere mejorar el mundo y, como consecuencia de ello, INVIERTE»

P: Micappital ECO lo orientáis sobre todo hacia los millenials. Una generación que ha pasado la crisis de 2008 y ahora la de la COVID-19. Y su poder adquisitivo se ve lastrado por problemas como el precio de la vivienda. ¿Cómo les facilitáis que puedan invertir?

R: En realidad, igual que Micappital se diseñó para gente joven pero nos dimos cuenta de que era para todo el mundo, con Micappital ECO nos estamos dando cuenta que hay generaciones más mayores que están igual de interesadas o más por la conservación del medioambiente, del planeta, por la sostenibilidad. Nosotros damos respuesta a esa inquietud.

Te diría que hay dos tipos de clientes en Micappital ECO. Por un lado, gente que tiene interés por invertir y esta nueva manera le interesa más, porque también tiene interés por generar un impacto positivo. Y luego hay otro tipo de cliente muy interesante, que es el que no tiene interés por invertir, pero iniciativas como esta despiertan su interés. “Quiero mejorar el mundo y, como consecuencia de ello, voy a invertir”, en lugar del orden inverso, que era al principio lo más habitual.

«La métrica que utilizamos nosotros no es la del dinero, sino a cuántos clientes podemos ayudar»

P: ¿Estáis notando que entran en Micappital ECO inversores más grandes de lo que pensabais? Si no me equivoco, el mínimo de inversión es de 1.000, pensado para que todo el mundo pueda invertir.

R: Hay de todo. Al final, la cantidad de dinero que tenga una persona para nosotros no es relevante. Hay gente con 1.000 euros que necesita más asesoramiento que gente con un millón. En realidad, nosotros no aplicamos la métrica del dinero, que los bancos usan mucho para delimitar a qué servicios y productos tienes acceso. La métrica que utilizamos nosotros es a cuántas personas podemos ayudar. Si tienes 1.000 euros, genial, si tienen un millón, pues igual de bien.

No le damos mucha importancia. Puede haber meses en los que entran muchos clientes de 1.000 euros y parece que estamos asesorando poco dinero, y a lo mejor hemos hecho más clientes que el mes anterior, que tenían una media de 10.000 euros. Tenemos clientes con más de 1 millón de euros, más de 500.000, 200.000, 50.000… Y clientes de 100 euros también.

P: Aunque Micappital ECO es un servicio muy nuevo, tuvo periodo de prueba. Después de probarlo, los clientes ¿se animan a invertir un poco más?

M: Nosotros abrimos la plataforma con invitación, no de forma pública, para algunos de nuestros clientes que querían probarlo, y así nos ayudaban a terminar de diseñar y definir el producto. Sí que hemos notado que hay un porcentaje altísimo que están dispuesto a invertir más dinero para tener una parte de su cartera en este tipo de productos.

«NUestros algoritmos y nuestrA tecnologia la hemos desarrollado nosotros, es parte del valor añadido que recibe el cliente»

P: Pasamos a una pregunta un poco más técnica. Vosotros usáis un algoritmo que analiza las opciones de inversión más adecuadas. ¿Es de creación propia?

R: En realidad usamos una combinación de algoritmos. Intentamos que toda esa tecnología ahorre trabajo humano para que el servicio se pueda dar a todo el mundo. Los algoritmos, toda la tecnología, la hemos desarrollado nosotros, internamente con nuestro equipo. Es parte del valor añadido que recibe el cliente con nuestro asesoramiento.

P: ¿Qué tipo de perfiles contratasteis en vuestra empresa para crear esta tecnología?

R: Sobre todo ingenieros. La parte financiera la teníamos bastante controlada en mi caso y en el caso de Borja. La parte de tecnología corre al cargo de nuestro CTO Carlos, que está muy al día en este campo. La combinación sería una parte financiera que define qué es lo que se necesita y una parte tecnológica que desarrolla la solución. Es un trabajo en equipo.

«Muchas veces se olvida que el dinero es del cliente, no del asesor, ni del banco, ni del producto. en MICaPPital, el dinero esta 100% disponible para el cliente sin ninguna penalización»

P: Otra de las señas de identidad de Micappital ECO es la transparencia. ¿Cómo controla el cliente la inversión? ¿Qué información tiene la aplicación? ¿Tiene él la posibilidad de mover la inversión siempre que quiera si lo considera necesario?

R: Aquí prima la filosofía de Micappital de ponerse lo fácil al cliente. También es importante que muchas veces se olvida que el dinero es del cliente, no es del asesor ni del banco, ni del producto, etc. Con esa idea encima de la mesa, nos gusta dar al cliente mucha libertad. Puede elegir invertir o no en ECO, o invertir una parte en ECO y otra en Micappital. Esa decisión la toma el cliente y, en función de esa decisión, nosotros le ayudamos de una forma o de otra.

Lo mismo cuando necesita el dinero. Lo hemos visto mucho y siempre luchamos contra ello. Cuando tú le pones restricciones a la movilidad del dinero de un cliente, estás entendiendo que el dinero es tuyo, no del cliente. Nuestra filosofía es que, mientras el cliente no esté usando su dinero, le ayudaremos a rentabilizarlo, pero el día que lo necesite, el dinero ha de estar 100% disponible sin ninguna penalización, ni por parte del producto que recomendamos ni por parte de Micappital. No hay ninguna atadura, si necesita el dinero de vuelta, lo puede rescatar sin ningún problema.

P: ¿Cómo funciona la atención al cliente en Micappital? ¿Qué sistema tenéis?

R: En esto también somos bastante especiales. Intentamos estar disponibles para nuestros clientes de una forma escalable. Es habitual que el cliente hoy en día tenga alguna duda, y nosotros intentamos contribuir con educación financiera. En muchos casos, son clientes que están empezando a invertir.

Una vez que el cliente invierte hacemos un seguimiento diario de su inversión y le vamos notificando cuando tiene que hacer cambios. Esas notificaciones llegan a través de su app o a través de emails personalizados para su situación. Y dentro de la zona privada de la web o de la app tiene acceso a un WhatsApp con Micappital. A través de ese WhatsApp podemos solucionarle las dudas puntuales que le surjan. Esta solución es muy interesante porque nos ha permitido durante los tres años y pico que llevamos identificar cuáles son las dudas más generales, donde tienen dificultades o no están seguros, e ir modificando las herramientas y el contenido que creamos y distribuimos en función de esta información. Eso hace que nuestro servicio de atención al cliente sea más profesional y, sobre todo, más preciso, y que el cliente lo valore mejor.

«gente que no había invertido nunca y su tolerancia al riesgo era muy baja, de repente, estaba dispuesta a invertir en algo tan volátil como una criptomoneda. es el efecto rebaño del que intentamos que el cliente huya»

P: Hablando de educar a los inversores. ¿Crees que en España hay una cultura de inversión? ¿Está aumentando el interés en invertir ahora que hay un pico de ahorro en los hogares españoles?

R: Es un fenómeno muy cíclico. El interés por invertir muchas veces aparece por efecto contagio, por efecto rebaño. Cuando ves que hay gente ganado dinero, no te quieres quedar fuera. Lo hemos visto con las criptomonedas. Hay gente que no había invertido nunca y su tolerancia al riesgo era muy baja y, de repente, estaba dispuesta a invertir en una cosa tan volátil como una criptomoneda. Ese es el efecto rebaño del que nosotros intentamos que el cliente huya porque, al final, lo que está haciendo es contagiarse de algo que entiende, que no conoce y que muchas veces le lleva a salir espantado del mundo de la inversión, con una mala experiencia.

Al final, la educación financiera es uno de los pilares más importantes que tenemos que trabajar en España porque hay una carencia increíble.

«El inversor español es tradicionalmente conservador, y estamos pasando de tener la mitad del dinero en cuentas corrientes y depósitos a invertirlo en criptomonedas, un activo muy volátil. Hay que tener cuidado»

P: Has hablando de las criptomonedas. Parece que hay gente las que utiliza para especular, gente que de verdad considera que es una manera de rentabilizar su dinero… ¿Crees que aquí hay una burbuja?

R: Siempre que oyes a gente de fuera del sector financiero que no ha invertido nunca y que te pregunta si invierte o no, no sé si es una burbuja, pero sí es un efecto llamada hacia un producto que no controlan. Eso tiene unos riesgos muy altos. Cuando hay mucho dinero entrando en un producto, en el momento en que hay una corrección, esa gente que ha entrado sin tener muy claro dónde estaba invirtiendo va a salir corriendo con una mala experiencia y va a propiciar un nuevo efecto contagio: la salida masiva de capital de ese tipo de productos.

Lo hemos visto muchas veces. Hay que intentar no comprar por el aura que se genera en la sociedad o en tu entorno, sino porque quieres tomar una decisión de inversión para tu futuro. Por eso siempre recomendamos invertir a largo plazo. Las criptomonedas además son productos muy volátiles. No es un producto que yo recomendaría a todos los inversores, ni mucho menos. Hay que tener una tolerancia al riesgo que te permita dormir tranquilo si te dicen al día siguiente que el bitcoin ha bajado un 50% en un día, por poner un ejemplo con la criptomoneda mas famosa. Hay mucha gente que está dispuesta a asumir ese riesgo, y muchísima más gente que no está dispuesta.

El inversor español, además, tradicionalmente es súper conservador, y estamos pasando de tener la mitad del dinero en cuentas corrientes y depósitos a invertirlo en criptomonedas, que es probablemente el activo más volátil que existe ahora mismo. Hay que tener cuidado, hay que ir con medida.

«El trading es una filosofía de inversión interesante que te hace entender cómo funciona el mercado. Pero no conozco a nadie que se haya hecho rico invirtiendo a corto plazo»

P: Otra tendencia que está en alza son las aplicaciones de trading. Suelen presentarse con una publicidad muy agresiva, que recuerda a la de las Casas de Apuestas. ¿Crees que esta manera de vender la inversión como algo para “ganadores” puede ser perjudicial?

R: Al final es un tema educación financiera. Hay que saber lo que es cada producto. Las plataformas de trading buscan indicadores a corto plazo que permitan tomar decisiones de inversión y, por supuesto, intentar rentabilizarlas. Pero no conozco a nadie que se haya hecho multimillonario invirtiendo a corto plazo de forma sistemática. Tú puedes tener una decisión que te vaya muy bien y que aciertes, pero si este tipo de plataformas fueran realmente lo que cuentan no tendrían que estar vendiendo cursos y accesos a su plataformas por una suscripción. Dirían “soy capaz de multiplicar tu ahorro, pues multiplico el mío y me voy a una playa desierta”.

Todo este tipo de inversiones son cortoplacistas y, en el corto plazo, los mercados son completamente imprevisibles. Por ejemplo, nadie sabía que iba a venir un coronavirus. Pero lo que ha pasado en 2020, para un inversor a largo plazo, lo único que ha supuesto es una oportunidad para invertir un poco más barato o mejorar sus posiciones.

A nosotros nos gusta el trading como una filosofía más de inversión, sabiendo que no hay adivinos en ninguna filosofía de inversión. El conocimiento que aprendes en ese tipo de inversiones es muy interesante porque te hace entender como funciona el mercado. Pero eso, en muchas ocasiones, no te hace ganar dinero.

Saber de trading para una persona que está en el sector financiero es importante, es un valor más, un aprendizaje más que, sumado al resto de aprendizajes, hace que tengas una formación completa. Y sí que es verdad que las gestoras de fondos utilizan el trading para hacer algún tipo de cobertura, o para entender cómo se está comportando el mercado en un momento determinado. Al final son herramientas más que soluciones.

P: Para cerrar, volvemos a Micappital. ¿Cómo ves el futuro cercano de la compañía?

R: No somos muy adivinos, pero lo que buscamos es dar un servicio de la máxima calidad. En el mundo de la startups muchas veces se busca el crecimiento descontrolado y luego ya veremos cómo generamos caja, o cómo facturamos, o cómo somos rentables. En nuestro caso siempre buscamos un crecimiento rentable. Nos dedicamos al sector del dinero, y el dinero es muy miedoso, así que necesitamos generar una gran confianza. Vamos con buen ritmo pero con muy buena letra.

¿Qué esperamos de Micappital? Cada año hemos crecido al doble del ritmo que el año anterior. Si somos capaces de hacer eso en 2021 sería una grandísima noticia. Crecer al doble de velocidad que en 2020, que ya fue un año bueno. Y así sucesivamente.

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