La nueva normalidad ha traído consigo multitud de cambios. Más allá de las obligaciones impuestas por el contexto de crisis sanitaria actual, existen otras conductas más o menos nuevas que los ciudadanos han ido adoptando durante estos meses. Con el objetivo de adaptarse a esta situación de pandemia global pero sin perder completamente las rutinas y hábitos que les definen, personas de todo el mundo han buscado y encontrado alternativas.
Uno de los cambios más significativos durante estos primeros meses de convivencia con la COVID-19 se ha visto reflejado en los hábitos de consumo, relacionados con el comercio electrónico o con el entretenimiento. Los periodos de confinamiento a lo largo de todo el planeta han fomentado el uso de las pantallas para la realización de todas aquellas actividades que ya no podían desarrollarse fuera de casa.
Videollamadas de trabajo o con amigos o familiares casi a diario, aumento del uso de plataformas de streaming o de juegos en línea para evitar el aburrimiento y, sobre todo, auge de las compras online. Todo esto será lo que recordemos cuando en el futuro pensemos a qué dedicamos el tiempo durante el confinamiento por la COVID-19.
La cuestión es si estos nuevos comportamientos de los consumidores únicamente se mantendrán vigentes mientras dure la pandemia o si se prolongarán en el tiempo más allá del fin de la misma. En cualquier caso, estos cambios ya están generando nuevas oportunidades para las empresas y resulta fundamental para ellas adaptarse de la mejor manera posible.
En este sentido, Facebook ha publicado hoy su informe ‘Connected Convenience’, con el que ha querido dar respuesta a las siguientes tres preguntas:
- ¿Cómo están cambiando las actitudes de los consumidores en torno a la manera de conectarse?
- ¿Cómo pueden las marcas satisfacer las preferencias cambiantes para incrementar la comodidad?
- ¿Qué significa esto para los vendedores?
La investigación ha sido realizada por Facebook IQ, la división de la compañía de Mark Zuckerberg encargada de estudiar los comportamientos de las personas en redes sociales en relación a distintas temáticas, en colaboración con Jonathan Freeman, profesor de Psicología en la Universidad Goldsmiths de Londres, y David Birch, experto en identidad digital y en asuntos relacionados con moneda digital.
Cada vez más presentes en comunidades en línea
De este informe se extraen algunos datos relevantes. Por ejemplo, las aplicaciones de videoconferencia fueron descargadas 62 millones de veces durante la tercera semana de marzo. La sustitución, más o menos efectiva, de la vida social por las herramientas tecnológicas ha sido un alivio para la mayoría de la población, si bien es cierto que antes de la pandemia el 76% de las personas ya participaba en comunidades en línea en las que se sentía respetado y acompañado.
El estudio destaca también los juegos en línea como un método de entretenimiento que aumentó significativamente. Más de un tercio de los consumidores de Estados Unidos indican que los juegos les ayudaron a «superar un tiempo difícil» durante la pandemia y el 53% de personas a nivel global descargaron en este periodo un nuevo juego gratuito para participar en modo multijugador.
La COVID-19 no solo ha modificado la manera en que las personas se relacionan entre ellas, sino también el modo en que lo hacen con las empresas. En este sentido, es destacable el incremento de las compras por Internet, así como la disminución de los pagos en efectivo en los establecimientos físicos. En estos tiempos en los que hay que extremar la higiene, el 82% de los consumidores encuestados considera que los pagos con tarjeta son más limpios que el dinero en efectivo.
El informe también señala que la preferencia por el comercio electrónico se ha extendido rápidamente y de manera generalizada, ya que en abril de 2020 las ventas online se incrementaron en un 209% en todo el mundo, respecto al mismo mes del año pasado.
Además, los clientes utilizan cada vez más las aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales como Facebook Messenger, WhatsApp o Twitter para comunicarse con las marcas y completar sus compras. Por ejemplo, el 40% de consumidores estadounidenses de entre 18 y 34 años utilizaron en las últimas 4 semanas un asistente de voz para realizar una transacción online.
Además, el comercio electrónico se ha extendido también entre los mayores. Según el informe de Facebook, en mayo de 2019 únicamente el 16% de personas por encima de los 65 años compraba en línea más de una vez a la semana, cifra que ha aumentado hasta el 43% a causa de la pandemia.