Más de la mitad de las empresas españolas no dispone de una estrategia de ciberseguridad específicamente diseñada para entornos que utilizan inteligencia artificial (IA), lo que representa un reto creciente para los distribuidores tecnológicos. Así lo indica un informe reciente de Deloitte, en el que se advierte sobre la necesidad de adaptar los mecanismos de protección ante el avance acelerado de esta tecnología.
Desde Ingram Micro destacan que esta situación ha obligado a los distribuidores a evolucionar de simples proveedores a auténticos asesores estratégicos de sus clientes. “Se está produciendo un cambio de rol muy importante, porque muchas compañías no son conscientes de los riesgos que asumen al implementar IA sin protección adecuada”, explica Martín Trullas, director del área de Advanced Solutions en la empresa.
Esta falta de previsión contrasta con los datos del análisis de Hiscox, que revelan que siete de cada diez empresas ya han integrado la IA generativa en sus operaciones diarias, lo que acentúa la brecha entre adopción tecnológica y preparación en ciberseguridad.
«Las empresas españolas están siendo rápidas en la integración de la inteligencia artificial en su negocio, pero no están prestando la debida atención a su ciberseguridad en un contexto en el que la tecnología está distribuida, hay más dispositivos involucrados en el día a día de la empresa y el mundo digital es más complejo», apostilla el directivo.
La popularización de la IA está cambiando las reglas del juego en el mundo digital, con influencia en todos los sectores de la economía y en la propia relación de los humanos con las máquinas. Por ello, en este nuevo contexto de digitalización, las compañías se enfrentan a ciberataques más sofisticados y automatizados, precisamente por el papel que juega la IA en la ciberdelincuencia actual.
IMPACTO EN LOS DISTRIBUIDORES
La mayor complejidad del mundo digital también se ha trasladado a las empresas del Canal, que deben asesorar a sus clientes, además de conocer la tecnología que distribuyen. «La integración de la IA en soluciones empresariales exige un conocimiento profundo no solo de los productos y servicios que existen en el mercado, sino también de los riesgos asociados a su implementación», añade Trullas.
En este sentido, el director del área de Advanced Solutions de Ingram Micro insiste en que «los métodos de detección y respuesta tradicionales ya no sirven», y, por lo tanto, «son necesarias nuevas herramientas que no todas las empresas la tienen implementadas».
El desconocimiento de los riesgos que afrontan las empresas se convierte en una vulnerabilidad que están sabiendo explotar los ciberdelincuentes. Una brecha de conocimiento que limita también la plena integración eficiente de las nuevas herramientas digitales disponibles en el mercado, lo que merma la competitividad de las empresas peor preparadas para la nueva ola digital. Pero, a su vez, la oportunidad para que el Canal se erija como el verdadero epicentro de la digitalización.
«La combinación de IA y ciberseguridad no es solo una amenaza, sino una ocasión perfecta para demostrar que el Canal es el socio estratégico de confianza para las empresas que no saben o no tienen capacidades para afrontar los nuevos retos asociados a la IA y la ciberseguridad», reconoce Martín.