Google ha realizado un estudio, junto a The Cocktail Analysis, sobre la situación actual de las PYMES españolas en lo referente a la ciberseguridad. Tras 2 duros años de pandemia, los resultados indican que las pequeñas y medianas empresas ya no están tan preocupadas por este asunto. Y es que 4 de cada 5 de estas considera que, debido a su tamaño, no son un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes.
Como todos sabemos, la crisis sanitaria propició un escenario ideal para los piratas cibernéticos, especialmente aquellos especializados en la distribución de ransomware. La mayoría de las compañías tuvieron que adoptar el modelo del trabajo remoto para sobrevivir, pero para algunas el precio fue alto, ya que la falta de previsión impidió que protegieran sus sistemas debidamente. Y fue ahí donde los ciberdelincuentes encontraron un negocio muy lucrativo.
Ahora, afortunadamente, la situación ha cambiado para mejor y, por ello, muchas empresas han reducido sus medidas de ciberseguridad. Según el informe, el 80% de las PYMES no se considera un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes, pero esto podría ser un error.
Las PYMES se han relajado en lo que a ciberseguridad se refiere
El porcentaje de empresas de este tipo con políticas o normativas específicas de ciberseguridad se ha reducido con respecto al año pasado, pasando del 36% al 31%. Lo mismo ocurre en el ámbito no profesional, ya que la adopción de medidas en este sentido también ha disminuido en los dispositivos personales (del 38% al 26%).
Frente a la creciente oleada de ciberataques, los seguros cibernéticos se convirtieron en una opción interesante para algunas compañías. Sin embargo, en 2022, la contratación de estos servicios por parte de las PYMES también se ha visto reducida, pasando del 14% en 2021 al 9%.
Aparentemente, ahora la mayoría de las PYMES (80%) consideran que es mejor prevenir que curar, algo que siempre suele ser la mejor opción en estos casos. Sin embargo, si estas no detectan los incidentes a tiempo, sus esfuerzos serán inútiles.
Según el estudio, actualmente, la mayoría de las pequeñas empresas no son capaces de detectar incidentes cibernéticos y solo 3 de cada 10 empresas creen que sus empleados sabrían cómo reaccionar ante estos. Asimismo, solo 1 de cada 10 compañías de este tipo es consciente de haber sufrido un ciberataque.
A pesar de ello, 2 de cada 3 PYMES consideran la ciberseguridad como una máxima prioridad y 1 de cada 4, sobre todo las más grandes, planean invertir más en este ámbito en los próximos años. Aunque, por otro lado, el 48% piensa que no es necesaria una gran inversión en ciberseguridad.
¿Es el momento de volver a la oficina?
Y no solo eso. Esta relajación también ha repercutido en el teletrabajo. Si bien el año pasado, el 42% de las empresas le permitía a sus trabajadores optar por esta modalidad, ahora tan solo lo hace el 27%.
Sin duda, el teletrabajo ha llegado para quedarse. Estudios como el de Hired, que afirmaba que casi el 33% de los programadores solo aceptarían trabajar a distancia, lo demuestran. Gran parte de las empresas han tomado nota, pero, aun así, muchas otras consideran que sus empleados son más productivos en la oficina.
Aparte de la productividad, otro motivo por el que las PYMES españolas quieren volver a la modalidad presencial tiene que ver con que es más difícil proteger sus sistemas cuando sus empleados teletrabajan.
De hecho, el 47% considera que no estaban suficientemente protegidos cuando se vieron obligados a adoptar el trabajo remoto; el 53% cree que sus empleados son más vulnerables cuando trabajan desde casa; y el 63% piensa que la implantación del teletrabajo implica nuevas prácticas en medidas de seguridad.