A partir del año que viene, el gobierno de España aprovechará las capacidades de la inteligencia artificial y el Big Data para realizar inspecciones de trabajo sin necesidad de intervención humana. La nueva medida entrará en vigor a partir del 1 de enero y permitirá agilizar la detección de irregularidades y fraudes en el entorno laboral.
Como recoge El País, este plan forma parte del marco del nuevo Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) que, a su vez, pretende conectar con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030; en concreto, con el octavo, que hace referencia al “Trabajo decente y crecimiento económico”. De esta forma, se mejorará la eficacia en la identificación de la precariedad laboral, el fraude y la consiguiente imposición de sanciones a aquellas empresas donde estén presentes.
Condiciones laborales supervisadas por la inteligencia artificial
Tal y como explican en el BOE, la nueva estrategia supone un cambio de prioridades en aras de los Derechos de los trabajadores: “El Plan Director por un Trabajo Digno, aprobado por el Consejo de Ministros el 27 de julio de 2018, supuso un giro cualitativo en la actividad de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Así, si en la etapa anterior la Inspección había estado centrada de forma prioritaria en la lucha contra el fraude y la economía irregular, ahora ponía el foco en la recuperación de derechos laborales y la mejora de la calidad del empleo”.
Para dicho cometido, entrarán en juego los mecanismos de inteligencia artificial y la recopilación de datos a gran escala (Big Data). Al automatizar esta labor, los inspectores de trabajo ya no serán necesarios para este menester y podrán dejarlo en un segundo plano, centrándose en el desempeño de otras tareas.
Por lo tanto, como ya hemos visto en otras ocasiones, con esa automatización de procesos, no se pretende sustituir a los seres humanos, sino encomendarles funciones tediosas y rutinarias en las que pueden ser más rápidos y eficaces. Y es que la digitalización ha llegado para quedarse, pero no para quitarnos el trabajo (al menos de momento), sino para hacernos la vida más fácil.
Sin embargo, quienes tendrán una vida más difícil serán los empresarios que no ofrezcan unas condiciones de trabajo dignas a sus empleados o que hayan cometido algún tipo de fraude. Si bien sus tropelías antes podían pasar desapercibidas más fácilmente –o durante más tiempo- ahora les resultará más complicado escapar de la mirada inquisitiva y objetiva de la inteligencia artificial, que actuará de manera implacable y sin ningún tipo de miramiento.
Revisión humana cuando sea necesario
Evidentemente, al igual que los seres humanos, estos sistemas también pueden cometer errores. Por ello, los acusados podrán mostrar su disconformidad con la sanción. Si es así, un inspector humano será el encargado de analizar nuevamente el caso. Sin embargo, si se rechaza su reclamación tras una revisión, las empresas tendrán que pagar la multa íntegra, ya que, de haberlo hecho poco tiempo después del aviso, podrían haberse beneficiado de una reducción en su precio.
Además, si a esto le sumamos que, en octubre de este año, se incrementaron un 20% los precios de este tipo de sanciones, la nueva medida podría convertirse en un verdadero dolor de cabeza para aquellos empresarios que prefieren actuar al margen de la ley o del bienestar de sus empleados. Aunque, como indican en El País, a pesar del poco tiempo que queda para su entrada en vigor, el Ministerio de Trabajo no ha especificado los supuestos que contemplará esta medida. Para algunos como Ignacio Moratilla, socio de Laboral en Lexpal Abogados, las ETT serán uno de sus principales objetivos.