Estados Unidos ha acordado con varios países europeos, entre ellos España, que eliminará los aranceles a sus productos a cambio de la supresión de la “tasa Google”. Así lo ha hecho saber en un comunicado del Departamento del Tesoro. El impuesto que las grandes tecnológicas tenían que pagar por operar en estos territorios dejará de ser efectivo a partir de 2023, que también será cuando entré en vigor el impuesto mínimo global.
En junio, varios países de la Unión Europea y el G7 planearon introducir dos nuevas medidas en materia económica: el impuesto mínimo global del 15% para las multinacionales y la tasa digital. Sin embargo, esta última acabó cayendo en saco roto, dado que el gobierno de Estados Unidos la consideraba “discriminatoria para las empresas estadounidenses”.
Por ello, en julio, el país norteamericano solicitó que se finalizarán los acuerdos con respecto a este asunto y se abstuvieran de instaurar medidas similares en el futuro. A cambio, apoyarían el impuesto mínimo global, algo que, finalmente, se materializará a partir de 2023. Este mismo mes, Irlanda, famosa por su baja presión fiscal, fue la última en adscribirse a este acuerdo, aunque con condiciones.
La “tasa Google” establecida por algunos países europeos, como España, Italia, Austria, Francia y Reino Unido, no podía ser una excepción. Su objetivo principal era luchar contra la evasión fiscal, al cobrar a estas compañías no sólo en los países donde reside su sede, sino en todos aquellos donde operan.
En el caso de nuestro país, dicha tasa establecía que las empresas digitales extranjeras que ingresan al menos 750 millones de euros, como las denominadas GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple), debían pagar impuestos adicionales, mientras que las empresas nacionales harían lo mismo siempre y cuando sus beneficios anuales superasen los 3 millones de euros. Sin embargo, tras varios retrasos, el ejecutivo español no llegó a implantar esa norma, aunque es posible que lo haga más adelante.
Estados Unidos contra la «tasa Google»
Como comentamos, el gobierno estadounidense no es partidario de esa medida. La “tasa Google” llegó a poner en riesgo las relaciones diplomáticas de los países que la defendían con Estados Unidos, sobre todo durante el mandato de Donald Trump. En julio de 2020, el expresidente declaró que impondría un arancel del 25% a algunos productos originarios de Francia.
Con la llegada de Joe Biden al poder, estas tensiones se aliviaron bastante, pero su postura con respecto a esa política tributaria seguía siendo similar. Como gesto de buena voluntad, su equipo de gobierno suspendió estos impuestos a las importaciones durante 180 días con el fin de llegar a un acuerdo sobre esta cuestión con los países europeos, algo que, finalmente, ha culminado con la supresión de la “tasa Google”.
Las intenciones de Estados Unidos eran las de derogar la “tasa Google” inmediatamente, pero, al final, ha dado el brazo a torcer, concediendo a estos países un plazo de dos años para hacerlo. El pacto al que han llegado establece que todos estos países deberán alcanzar un acuerdo multilateral para eliminar dicha tasa antes de 2023, algo que ya se está haciendo dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el G20. Sin embargo, mientras tanto podrán continuar cobrando impuestos a las empresas digitales que generen ingresos en sus respectivos territorios.
No obstante, la supresión de esta tasa no significa que los gobiernos europeos no puedan instaurar otros mecanismos similares para sustituirla. Habrá que ver si, dentro de dos años, se establecen nuevas políticas tributarias en este sentido para obligar a los gigantes tecnológicos a seguir pagando allí donde operen. Si es así, seguramente, Estados Unidos vuelva a mostrar su disconformidad, pero, como se suele decir, cada cosa a su tiempo.
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