Según un informe de Gartner, empresa consultora y de investigación de tecnologías, el 80% del software será creado con herramientas de “código bajo” en 2024. Además, estiman que más de un tercio de los proveedores de tecnología tendrán que competir con otros que crearán productos y servicios digitales por medio de este procedimiento.
Hace una semana, una encuesta de Creatio revelaba que el desarrollo “low-code” o “no-code” aún requería el asesoramiento de profesionales IT en la mayoría de los casos. Evidentemente, no es algo tan sorprendente teniendo en cuenta que las herramientas que lo hacen posible son relativamente jóvenes y es ahora, en plena pandemia, cuando más han empezado a proliferar.
Por eso, solo hace falta algo de tiempo y práctica para que los usuarios sin conocimientos de desarrollo puedan aprender a utilizarlas perfectamente. Esta modalidad permite crear aplicaciones rápidamente a los no iniciados, sirviéndose de bloques que se pueden arrastrar y soltar o incluso usar directamente el lenguaje natural, que será traducido a lenguaje de máquina gracias a una inteligencia artificial.
La COVID-19, factor decisivo de la digitalización
Como explica Gartner, las herramientas de “bajo código” o “sin código” aún no están lo suficientemente consolidadas. Sin embargo, la necesidad de una rápida digitalización de las empresas generada por la pandemia ha iniciado el camino que cambiará las tornas.
Dadas las circunstancias, cada vez más compañías se han visto obligadas a implementar la inteligencia artificial, el aprendizaje automático o estas modalidades de desarrollo en sus modelos de negocio; lo que les servirá para automatizar muchas tareas rutinarias y reducir significativamente el tiempo de desarrollo. Precisamente, hace unos días, Google anunció que su IA solo tardaba 6 horas en el proceso de diseñar chips, mientras que a los humanos les podía llevar meses.
Por eso, los investigadores aseguran que, de aquí a tres años, el uso de este tipo de tecnologías estará más extendido. Y no solo eso. La compañía estima que el 80% de los productos digitales estarán construidos con estas herramientas; lo que significa que el desarrollo convencional podría quedar en segundo plano, ya que el desarrollo de aplicaciones estará al alcance de cualquiera, aunque no tenga conocimientos de programación.
“El crecimiento de los datos digitales, las herramientas de desarrollo de código bajo y el desarrollo asistido por inteligencia artificial se encuentran entre los factores que permiten la democratización del desarrollo tecnológico más allá de los profesionales de TI”, comenta Rajesh Kandaswamy, vicepresidente de investigación de Gartner, en un comunicado.
Software creado por empresas no tecnológicas
Sin duda, esta forma de crear software permitirá crear aplicaciones mucho más rápido que el desarrollo tradicional. De hecho, según IDC (International Dara Corporation), en los próximos 5 años, se desarrollarán 500 millones de apps, muchas más que en los últimos 40 años. Gartner, por su parte, estima que, durante los próximos 12 meses, las empresas no tecnológicas empezarán a lanzar masivamente sus propios productos digitales desarrollados por medio de estas herramientas.
“La disponibilidad de tecnólogos empresariales proporciona nuevas fuentes de innovación y la capacidad de realizar el trabajo. Por lo tanto, los proveedores de tecnología y servicios deberán extender su abastecimiento de ideas y desarrollo tecnológico a nuevas comunidades, ya sea que se basen en el desarrollo ciudadano, sus propias comunidades de clientes u otras fuentes”, dijo Kandaswamy.
Como bien señala la empresa estadounidense, ahora la tecnología está presente en todas las áreas de negocios y forma parte de la vida diaria de los consumidores. Esto ha originado una mayor demanda de productos y servicios más allá de los departamentos IT; lo que ha propiciado que ya no solo interesen las ofertas de los proveedores tradicionales, sino también estas soluciones “low-code” dependiendo de las necesidades de los clientes. Por eso, Gartner pronostica que los productos y servicios digitales que no existían antes de la pandemia generarán ingresos por valor de 30.000 millones de dólares.