La Unión Europea podría investigar la adquisición de la plataforma de gestión de las relaciones de los clientes Kustomer por parte de Facebook, que se realizó a finales del año pasado por un valor de 1.000 millones de dólares. La posible investigación, de la que se ha hecho eco el portal TechCrunch, se realizaría en virtud de las normas de fusiones y adquisiciones empresariales de la UE.
Una portavoz de la Comisión Europea confirmó ayer que recibió una solicitud para remitir la adquisición propuesta en Austria, en virtud del artículo 22 del Reglamento de fusiones o adquisiciones de la UE, un mecanismo que permite a los Estados miembros marcar una transacción que no es notificable según los umbrales de expedientación nacionales.
La portavoz de la Comisión Europea declaró lo siguiente: «Tras la recepción de una solicitud de remisión sobre el artículo 22, la Comisión debe transmitir la solicitud de remisión a otros Estados miembros sin demora, quienes tendrán derecho a unirse a la solicitud de remisión original dentro de los 15 días hábiles posteriores a la notificación de la Comisión de la solicitud original. Tras la expiración del plazo para que otros Estados miembros se unan a la remisión, la Comisión tendrá 10 días hábiles para decidir si acepta o rechaza la remisión».
Inquietudes sobre cómo Facebook procesaría los datos personales de los usuarios de Kustomer
La compra de Kustomer por el gigante tecnológico se anunció a finales de noviembre del año pasado, transmitiendo cierta inquietud sobre lo que Facebook podría hacer con cualquier dato personal en poder de Kustomer, que podría incluir información confidencial, dado que los sectores atendidos por la plataforma incluyen salud, asuntos gubernamentales y servicios financieros, entre otros.
En febrero, el Consejo Irlandés para las Libertades Civiles (abreviado como ICCL en inglés) escribió a la Comisión Europea, así como a las agencias de protección de datos nacionales y de la UE, para hacerles llegar sus inquietudes acerca de la adquisición propuesta, instándolas a examinar las «consecuencias del procesamiento de datos» y destacando que los términos de Kustomer permitirían a la compañía procesar los datos de los usuarios para fines muy diversos.
En su escrito, el ICCL advertía lo siguiente: «Facebook está adquiriendo esta empresa. El alcance de ‘mejorar nuestros servicios’ [según los términos de Kustomer] ya es amplio, pero es probable que se amplíe después de la adquisición de Kustomer. La expresión ‘nuestros servicios’ podría entenderse, por ejemplo, como cualquier servicio, sistema o proyecto de Facebook».
Además, añadió: «La jurisprudencia consolidada del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas y de la junta europea de protección de datos dice que ‘mejorar nuestros servicios’ y aquellas declaraciones igualmente vagas no cumplen los requisitos para un ‘propósito de procesamiento de datos’».
Reino Unido y Estados Unidos también vigilan de cerca a Facebook
El ICCL también dijo que escribió a Facebook pidiéndole que aclarara para qué fin se procesarían los datos personales de los usuarios tras la adquisición del servicio, pero, según Johnny Ryan, miembro senior del ICCL, no recibieron ninguna respuesta al respecto por parte de la compañía.
Sea como fuere, en unas pocas semanas sabremos si la Comisión Europea investigará o no la adquisición, una opción que podría congelar la transacción durante meses, retrasando los planes de Facebook para integrar la plataforma de Kustomer en su ecosistema.
Facebook se ha convertido en los últimos años en un imán de investigaciones por sus sonadas adquisiciones. En noviembre del año pasado, la compañía fue denunciada en los Estados Unidos por la compra de Instagram y WhatsApp. Una acción, según los denunciantes, que podría haber «ayudado a crear un gigante de las redes sociales anticompetitivo».
Además, hace un par de días nos hicimos eco de que la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido está investigando la compra realizada el año pasado por parte de Facebook de Giphy, por un total de 400 millones de dólares, tras surgir nuevas preocupaciones en materia de competencia relacionadas con la publicidad digital.
