Investigadores de Avast ha descubierto un total de 204 aplicaciones de fleeceware con más de mil millones de descargas. Por medio de engaños o prácticas poco éticas (normalmente esconder cobros tras periodos de prueba gratuitos) estas han logrado obtener más de 400 millones de dólares en las tiendas digitales de Apple y Google. El equipo responsable del famoso antivirus ya ha avisado a ambas compañías para que tomen medidas en relación a este asunto cuanto antes.
Entre las aplicaciones fraudulentas, podemos encontrar editores de imágenes, instrumentos musicales, filtros de cámara, lectores de código QR y PDF o juegos. A continuación, puedes ver la lista completa tanto de Google Play como de la App Store, incluyendo sus correspondientes tarifas de suscripción y número de descargas.
¿En qué consiste?
Para todos aquellos que no conozcan el término, el fleeceware se refiere a un tipo de aplicaciones que, con el objetivo de atraer a los usuarios, son gratuitas durante unos días o semanas, pero, una vez superado el periodo de prueba, comienzan a cobrar precios desorbitados sin previo aviso. Los afectados por estos fraudes pueden llegar a pagar durante meses, sin saberlo hasta que es demasiado tarde. Según Avast, el coste de estas suscripciones ocultas puede llegar a rondar los 3.432 dólares al año o, lo que es lo mismo, más de 2.900 euros.
Teniendo en cuenta sus elevados precios, se podría pensar que estas aplicaciones cuentan con características únicas. Sin embargo, es importante señalar que, en la mayoría de los casos, estas aplicaciones no aportan ninguna funcionalidad especial que otras no ofrezcan gratis. En definitiva, los proveedores de este tipo de software se aprovechan del desconocimiento de los usuarios distribuyendo aplicaciones similares a otras sin coste alguno, pero cobrando por los mismos servicios.
A eso mismo se refiere Jakub Vávra, Analista de Amenazas de Avast, cuando dice que “es poco probable que un usuario quiera pagar una tarifa frecuente tan cara por estas aplicaciones a sabiendas, especialmente cuando hay alternativas más baratas o incluso gratuitas en el mercado”.
Además, considera que parte de la estrategia del fleeceware consiste “en dirigirse al público más joven por medio de temas divertidos y anuncios atractivos en las redes sociales que prometen una instalación y descarga gratuita.” El éxito de estas estafas radica en el desconocimiento de sus víctimas ya que “cuando los padres notan los pagos semanales, el fleeceware puede haber extraído ya importantes cantidades de dinero”.
¿Cómo evitar morder el anzuelo?
Con el fin de impedir que nos convirtamos en víctimas potenciales de este tipo de prácticas, Avast recomienda seguir una serie de consejos:
- Tener cuidado con las pruebas gratuitas durante menos de una semana: antes de proceder a la descarga e instalación de cualquier aplicación, debemos asegurarnos de cuánto se nos va a cobrar y de que ese precio es el adecuado por el servicio ofrecido.
- Leer la letra pequeña: debido a lo tedioso que resultan los términos y condiciones de una aplicación, poca gente suele leerlos, pero cuando hay dinero en juego, es muy recomendable hacerlo. Además, es importante leer la ficha de cualquier aplicación, poniendo una especial atención en la sección “compras dentro de la aplicación”. Del mismo modo, echar un vistazo a las reseñas de los usuarios nos permitirá saber de antemano con qué nos vamos a encontrar.
- Ser escépticos con los anuncios: en ocasiones, los anuncios prometen características y funcionalidades que la aplicación real no incluye. Esta publicidad engañosa simplemente se realiza para atraer al mayor número de personas posible y, en definitiva, conseguir más ingresos en base a mentiras. Por ello, no debemos fiarnos de todo lo que nos cuenten. El punto anterior es una buena manera de disipar dudas y detectar este tipo de fraudes.
- Comparar aplicaciones: si la tarifa de suscripción de una aplicación parece demasiado alta, se recomienda buscar otras con una funcionalidad similar. Como ya hemos mencionado, muchas apps de fleeceware intentan imitar a otras que pueden ser más baratas o incluso gratuitas, aprovechándose del desconocimiento de muchos usuarios que descargan lo primero que encuentran sin contemplar otras alternativas.
- Pagos seguros: proteger los pagos con una contraseña puede evitar muchos sustos. En este caso, impediría el cobro por parte de aplicaciones no deseadas sin previo aviso, pero también puede actuar como barrera frente a compras no deseadas; sobre todo cuando los más pequeños hacen uso de los dispositivos móviles.
- Hablar con los más jóvenes: hay que exponer los peligros de Internet en el ámbito familiar. Una charla a tiempo sobre este asunto puede impedir accidentes que lamentemos más tarde.
Junto a este tipo de estafas, el malware, el phishing y el ransomware son prácticas cada vez más extendidas y sofisticadas, por lo que es imprescindible tener mucho cuidado para evitar caer en este tipo de trampas. Recientemente, la guardia civil indicó qué datos no debemos exponer jamás en Internet, algo a tener muy en cuenta en los tiempos que corren, sobre todo cuando se trata de los más pequeños.
Imagen de JerzyGorecki en Pixabay