Puede que la mentira más recurrente de la era digital sea la que asegura haber leído las políticas de privacidad antes de aceptarlas en actualizaciones de aplicaciones para dispositivos tecnológicos. En cualquier caso, el usuario asume que cada registro o descarga implica una aportación de datos personales y de actividad, pero confía en un correcto tratamiento de los mismos, amparado por la ley.
El rey en esto de la recopilación de datos –con el permiso de Zuckerberg– no es otro que Google y sus «cookies», quien aún nos sorprende de vez en cuando con las recomendaciones o anuncios que nos muestra, mientras nos preguntamos «¿cómo lo sabe?».
El uso que Google hace de nuestros datos se centra sobre todo en la publicidad online y en eso pocos pueden competir con el gigante tecnológico. Esto es lo que denuncia la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado (AGCM) de Italia, que ha abierto una investigación contra Google por ejercer un «uso discriminatorio» de la ingente cantidad de información que maneja a diario y que recopila a través de sus distintas aplicaciones. Esto, según la AGCM, supone un abuso de posición dominante en el mercado publicitario italiano, lo que implica un grave perjuicio para sus competidores.
En un comunicado publicado ayer, la AGCM indica que el motivo de que se haya comenzado este proceso de investigación es que Google podría haber incumplido el artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que establece lo siguiente:
«Será incompatible con el mercado interior y quedará prohibida, en la medida en que pueda afectar al comercio entre los Estados miembros, la explotación abusiva, por parte de una o más empresas, de una posición dominante en el mercado interior o en una parte sustancial del mismo».
La AGCM también recalca que Google podría haber incurrido de igual manera en una infracción por negarse a proporcionar las claves de descifrado del ID de Google y excluir los píxeles de seguimiento de terceros. De la misma manera, podría haber utilizado sistemas de rastreo para que sus servicios de intermediación publicitaria logren una capacidad de segmentación difícil de replicar por la competencia.
Esto supondría que Google no solo habría utilizado los datos de navegación proporcionados por las «cookies», sino que también se habría valido de la información contenida en los dispositivos con sistema operativo Android, en el navegador web de Chrome, así como en todos aquellos servicios que requieren el acceso mediante una cuenta de Google, como pueden ser Maps, Waze, Docs, Gmail, Drive o YouTube.
El 22% de ingresos de medios de comunicación proviene de la publicidad
Tal y como informa la AGCM, las ventas de publicidad online generaron en 2019 en Italia más de 3.300 millones de euros, representando el 22% de los recursos de los medios de comunicación, es decir, la segunda mayor fuente de ingresos del sector en términos de valor. El organismo regulador también resalta el dato de que la publicidad display ya factura por sí sola más de 1.200 millones de euros.
Se trata, por tanto, de información importante la contenida en las «cookies» de banners, pop-ups y otras formas de mensajes publicitarios en línea y que, según la AGCM, Google estaría acaparando. Estos datos son los que permiten a los anunciantes personalizar las campañas publicitarias y dirigir su posicionamiento al contenido de interés para el usuario individual.
¿Fin del reinado de Google?
La AGCM ha decidido iniciar esta investigación ya que considera, a mayores de todo lo mencionado, que «la ausencia de una competencia efectiva basada en el mérito podría desalentar la innovación tecnológica para el desarrollo de tecnologías y técnicas de publicidad menos intrusivas para los consumidores». Este pasado 27 de octubre el organismo regulador, en colaboración con la Guardia di Finanza, realizó inspecciones en las oficinas de Google.
Esta no es la primera vez que Google se enfrenta a acusaciones de este tipo, ya que hace poco más de una semana –y tal y como contamos en Digitalis– recibió una demanda antimonopolio, interpuesta por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Y no ha sido la única. No nos aventuramos a decir que el reinado de Google esté llegando a su fin, pero lo que está claro es que su omnipresencia y omnipotencia cada vez genera más molestias y más respuestas.
Imagen de Denys Vitali en Pixabay.