El Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) ha interpuesto una demanda antimonopolio a la compañía Google. Este martes, en una sesión informativa del Fiscal General Adjunto Jeffrey Rosen, el DOJ dijo que la compañía «está manteniendo ilegalmente un monopolio sobre los servicios de búsqueda en Internet y la gestión de la publicidad con la intención clara de tener más ganancias», y debido a esto, «a las empresas rivales se les niega la oportunidad de competir eficazmente».
Google ha declarado que la demanda del Departamento de Justicia es «sumamente defectuosa» y que, de esta forma, «apoyarían artificialmente alternativas de búsqueda de menor calidad, aumentarían los precios telefónicos y harían más difícil para las personas obtener los servicios de búsqueda que quieren usar».
Este importante caso, que incluiría en la demanda al DOJ y a 11 estados del país, alega que Google ha violado la Sección 2 de la Ley Sherman, tras ser objeto de una investigación del año 2019 sobre «plataformas líderes en el mercado» y sus prácticas competitivas. Esta ley, cuyo último caso importante involucró a Microsoft en 1998, no se trata a menudo judicialmente, pero sus regulaciones pueden utilizarse para tratar demandas sobre monopolio.
Sus prácticas habrían perjudicado a la competencia
La demanda, de 64 páginas, denomina a Google «una puerta de entrada a Internet», y aunque da crédito a Google por evolucionar de un pequeño motor de búsqueda a un gigante tecnológico, también acusa a la compañía de «prácticas excluyentes que son perjudiciales para la competencia».
Además, el DOJ acusa a la compañía de «acuerdos entrelazados que excluyen a los competidores», por ejemplo, impidiendo que los proveedores precarguen servicios de búsqueda rivales en teléfonos Android a través de «acuerdos ilegales». Además, el DOJ afirma que Google «fuerza la preinstalación de sus aplicaciones de búsqueda en ubicaciones primarias en los dispositivos móviles, haciéndolas imborrables, independientemente de las preferencias del consumidor». El propio Rosen declaró que «es necesaria una respuesta antimonopolio para proteger a los consumidores y la próxima ola innovadora».
En lo que respecta a los dispositivos Apple, Google supuestamente habría mantenido contratos a largo plazo con Apple para asegurarse de que el motor de búsqueda de Google fuese la opción predeterminada y «exclusiva de facto» en el navegador Safari y otras herramientas de búsqueda.
El Departamento de Justicia dijo que este caso «solo acaba de empezar», y ya ha involucrado a uno de los mayores equipos en la historia del departamento, incluidos expertos legales y tecnológicos, así como economistas. Mientras que el DOJ está tratando de cambiar las prácticas de Google, en su declaración también añaden que «no descartan ninguna opción» cuando se trata de «deshacer el daño causado en más de una década de negocios anticompetitivos».
«Estamos trabajando incansablemente para identificar y detener las prácticas anticompetitivas», comentó un representante del Departamento de Justicia. «Esperamos presentar nuestro caso en los tribunales». Si bien el departamento no ha comentado si otros estados del país podrían o no unirse a la demanda, el Departamento de Justicia señaló que la investigación de 2019 está en curso y Google «no representa una excepción a esto».
Google versus legislación
Los casos antimonopolio son tomados muy en serio por la justicia en los Estados Unidos, Europa y otras zonas del mundo, ya que la competencia tóxica puede conducir a prácticas comerciales desleales, la asfixia de las empresas rivales, la falta de innovación y también puede perjudicar potencialmente a los consumidores de no haber una competencia real en el mercado en lo que respecta a calidad, variedad de productos y precios.
No es la primera vez que Google choca con la justicia por las leyes de competencia. En marzo de 2019, la Comisión Europea llamó la atención al gigante tecnológico por infringir las leyes antimonopolio de la Unión Europea, al impedir la colocación de anuncios por parte de empresas rivales en webs de terceros. Una práctica que, según la justicia, era posible gracias a las restrictivas cláusulas contractuales que tenían.
En lo relativo a España, justo ayer mencionamos, en el artículo sobre News Showcase, la nueva función de Google, el desencuentro con la legislación española que tuvo la compañía en 2014, cuando se le prohibió coger fragmentos de los artículos de las publicaciones hechas por diferentes medios para mostrarlos en Google News, y suponiendo, en consecuencia, el cierre de este servicio en nuestro país. El gigante de las búsquedas en Internet también tiene abierto el frente legislativo en todo el mundo: la famosa Tasa Google, que afecta a todas las grandes empresas tecnológicas y que pronto se implantará en España, es otra de las batallas que libra actualmente.
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