Los nuevos procesadores Ryzen 5000, los primeros con la nueva arquitectura Zen 3, llegarán al mercado el 5 de noviembre precedidos por una expectación raras veces vista en el mundo del hardware. Tras varios años de trabajo bien hecho, AMD pretende apuntalar con ellos su liderazgo en el mercado de las CPUs de sobremesa, y puede conseguirlo con mejoras tecnológicas que marcan la diferencia con respecto a sus predecesores, los Ryzen 3000. Y, mientras tanto, Intel vuelve a necesitar una rápida respuesta si quiere recuperar algo del terreno perdido.
Cualquier interesado en el hardware conoce el asombroso vuelco en el mercado que los procesadores AMD han conseguido en los últimos dos años. Con la llegada de su arquitectura Zen, AMD logró ofrecer una tecnología con una mejor relación calidad-precio que la de la todopoderosa Intel. Pero con Zen 2 fue más allá, y no solo derrotó a Intel en precio, sino también en potencia multinúcleo. Los Ryzen 5000 supondrán el debut de la tecnología Zen 3 y esta vez pueden dar a Intel el golpe definitivo, arrebatándoles el único “título” que les quedaba: el de tener los procesadores más rápidos para tareas mononúcleo (lo que les permitía seguir presumiendo de que tenían los mejores procesadores para videojuegos).
Cuatro Ryzen 5000 anunciados… de momento
El 5 de noviembre llegarán al mercado 4 modelos de Ryzen 5000 con estas características técnicas:
- AMD Ryzen 9 5950X: 16 núcleos, 32 hilos. Frecuencia de reloj: 4.9GHz (máxima), 3.4GHz (base). TDP/TDP predeterminado: 105W.
- AMD Ryzen 9 5900X: 12 núcleos, 24 hilos. Frecuencia de reloj: 4.8GHz (máxima), 3.7GHz (base). TDP/TDP predeterminado: 105W.
- AMD Ryzen 7 5800X: 8 núcleos, 16 hilos. Frecuencia de reloj: 4.7GHz (máxima), 3.8GHz (base). TDP/TDP predeterminado: 105W.
- AMD Ryzen 5 5600X: 6 núcleos, 12 hilos. Frecuencia de reloj: 4.6GHz (máxima), 3.7GHz (base). TDP/TDP predeterminado: 65W.
En relación a los Ryzen 3000, han aumentado las frecuencias máximas de toda la gama. La joya de la corona es el Ryzen 9 5950X, con 16 núcleos y 32 hilos. La frecuencia máxima es de 4,9 GHz (rozando esa cifra casi mítica de 5 GHz que AMD aún no ha logrado conseguir). Se espera que sea indiscutiblemente el mejor procesador doméstico del mercado, superando claramente a los i9 de décima generación de Intel (con 10 núcleos).
Durante la presentación del producto, AMD mostró algunas gráficas de rendimiento: en la prueba conocida como Cinebench, el Ryzen 9 5950X alcanzó 631 puntos, por los 538 del i9-10900K y los 536 del Ryzen 9 3950X (Intel tiene un procesador más potente, el i7-11085G7, para portátiles, que alcanza los 595 puntos, pero aún así el nuevo Ryzen 9 es superior). Es decir, en los programas en los que la potencia multinúcleo sea importante, este procesador no tendrá rival.
Respecto al rendimiento en videojuegos, el campo en el que hasta ahora Intel no había sido destronada, el Ryzen 9 5950X también cambiará las tornas: los datos que mostró AMD indicaban una mejora de rendimiento media del 26% con respecto al Ryzen 3900XT. Y también eran superiores en un 7% de media al i910700K, hasta ahora procesador rey en videojuegos. Hay que decir que todas estas cifras provienen de testeos de AMD, las valoraciones independientes no llegarán hasta días antes del lanzamiento gracias a los análisis y pruebas de los expertos.
La clave de la mejora está en la latencia…
AMD ha conseguido procesadores más rápidos sin llegar a superar los 5GHz de frecuencia porque ha logrado que el IPC (Instructions Per Cycle) de los Ryzen 5000 sea un 20% mayor que el de la serie 3000. Es decir, aunque las frecuencias sean parecidas, en cada ciclo de reloj, los Ryzen 5000 ejecutan más instrucciones. Se estima que, a igualdad de frecuencias, los Ryzen 5000 resultarían un 20% más rápidos que los 3000.
Y otra clave fundamental está en la arquitectura de Zen 3. En Zen 1 y 2, los núcleos de los procesadores están organizados en grupos (llamados CCX por AMD) de 4 núcleos y 8 hilos que comparten una memoria caché L3 de 16 MBytes. Por ejemplo, en los Ryzen 3000, cada procesador tiene dos de estos grupos CCX, cada uno con su propia memoria. Cuando núcleos de dos CCX distintos se comunican, se produce una latencia alta porque trabajan con memorias caché L3 distintas. En Zen 3, las CPUs están formado por un único grupo de 8 núcleos 16 hilos compartiendo la misma caché L3 de 32 Mbytes. Así se reducen al mínimo las latencias en la comunicación. Además, que los núcleos tengan acceso a 32 Mbytes de caché L3 y no sólo a los 16 MBytes de su CCX supondrá, en teoría, una mejor gestión de esta memoria.
Mejores… pero más caros
En los últimos años, una de las razones por las que AMD se ha ganado el respeto de la comunidad es porque ha lanzado procesadores no sólo muy buenos, sino también a precios ajustados. Y parece que eso se ha terminado. Ahora tienen los mejores productos, venden cada procesador que producen y se pueden permitir aumentar el precio. De momento, sabemos los precios recomendados en Europa para el Ryzen 5 5600X (319 euros), el Ryzen 7 5800X (479 euros) y el Ryzen 9 5900X (579 euros), y la subida con respecto al lanzamiento de los Ryzen 3000 es de entre 30 y 40 euros.
Precisamente estos precios son lo que dan a Intel una oportunidad para mejorar su competitividad. El gigante que ha dominado la industria durante años aún sigue teniendo una inercia enorme y su fama le permite mantener una presencia importante sobre todo en el campo de los portátiles, donde AMD ha conseguido ser realmente competitiva hace muy poco, con los Ryzen 4000. En el caso de la venta de procesadores domésticos en comercios minoristas (es decir, los que compran los usuarios finales no integrados en equipos premontados, sino por separado o integrados en equipos a medida), AMD simplemente ha borrado a Intel. Aunque no existen cifras globales completas, la compañía ha alcanzando desde 2019 cuotas superiores al 75% en algunos mercados.
Ahora Intel puede que tenga que plantearse una estrategia que, hasta hace poco, era más propia de su competidor: convertirse en competitiva por la relación calidad-precio, bajando el precio de sus procesadores. En concreto, en la gama media-alta, los i7-10700K y 10700KF de Intel tendrán un mejor precio que el Ryzen 7 5800X. Habrá que ver si la diferencia es suficiente para que Intel recupere competitividad y cuota de mercado, y también el efecto que la llegada de los Ryzen 5000 tiene en los precios de otros procesadores, como las series 3000 y 2000 de AMD, que seguirán siendo opciones muy vendidas. Y, por supuesto, estaremos atentos a las primeras reviews independientes del rendimiento de los Ryzen 5000, pero lo que está claro en estos momentos es que AMD tiene la sartén por el mango y sus nuevas CPUs son el objeto de deseo de los entusiastas del hardware.